Los técnicos de Renfe recomiendan cambiar la señalización por seguridad y no abrir hasta final de año
Descubren movimientos de tierras bajo la línea del AVE Madrid-Lérida
Los técnicos de Renfe han hecho una primera recomendación al GIF para que cambie el sistema de señalización del AVE Madrid-Lérida por motivos d
A la espera de conocerse el resultado del estudio oficial, que podría demorarse varias semanas más dado que los especialistas del GIF y de Renfe también están recabando la opinión de las distintos contratistas (a los que han advertido de posibles sanciones en caso de nuevas demoras), los datos conocidos revelan un panorama bastante pesimista que echa por tierra los planes del ministro Francisco Alvarez-Cascos de inaugurar la segunda línea de alta velocidad española antes de Semana Santa. La situación, según algunos técnicos, es «tan delicada» que el titular de Fomento «debería ir olvidándose de celebrar nada antes de las próximas elecciones» del 25 de mayo, fecha que todos los políticos tienen marcada en rojo en su calendario. Los defectos encontrados por los técnicos obligan a una revisión general de toda la red, «casi palmo a palmo». El último problema se registró ayer, cuando la solera de uno de los dos túneles del AVE a su paso por el municipio de La Riba, en el tramo entre Lérida y Barcelona, registra «pequeños movimientos que no se ajustan a lo que había en el proyecto», según han confirmado fuentes cercanas a la dirección de la obra. Las mismas fuentes han indicado que los «problemas en el estado tensional del terreno» -se trata del interior de una montaña- se han detectado en las últimas semanas, cuando se procedía al revestimiento de la galería en cuestión, que ya está totalmente perforada. Los responsables del GIF ya conocían las características especiales del terreno más cercano a Zaragoza por donde debe circular el AVE, pero eso no ha impedido que se haya producido un socavón de grandes dimensiones, ahora en fase de reparación. Dada la «delicada» geología de ese terreno, que abarca un tramo de unos 40 kilómetros por donde discurre el trazado de alta velocidad, la solución ideal pasaría incluso por variar parte del recorrido de la línea ya existente. Sin embargo, en Renfe son conscientes de que dicha obra parece ya inviable «por los plazos en que nos movemos y el presupuesto con que contamos», por lo que apuestan por reforzar al máximo el terreno, aislarlo (se trata de evitar que la humedad favorezca la aparición de nuevos agujeros en el subsuelo) y someterlo a revisiones frecuentes. En la misma línea aparecen los problemas con la señalización, que en una primera etapa iba a cubrirse con el modelo convencional ASFA (Anuncio de Señales y Frenando Automático), algo ''remozado'' para esta línea, a la espera del moderno ERTMS, sistema con el que la Unión Europea pretende dotar su trazado ferroviario de alta velocidad para asegurar una conexión correcta y que está aún ''en pañales''. Sin embargo, las pruebas hechas durante los dos últimos meses han revelado que el sistema actual de Renfe no es operativo para el AVE al no interconectar bien con su tecnología. Ante este panorama, la compañía ferroviaria ha propuesto a sus colegas del GIF que realicen una nueva adaptación del sistema, cuyo objetivo sería conseguir un modelo mixto similar al que ya se utiliza en el AVE entre Madrid y Sevilla, o bien apuren a las contratistas del modelo ERTMS -la italiana Ansaldo y la española Cobra- para que agilicen sus pruebas.