El régimen iraquí afirma que Sadam está bien mientras la CIA lo investiga

Así, el Ministro de Información, Mohamed Sayed Al Sahaf, declaró en la mañana de ayer que «el presidente y su familia se encuentran bien», lo que deja la puerta abierta a la hipótesis de que alguno de los palacios presidenciales pudiera haber sido alcanzado asimismo durante el bombardeo. Declaraciones tras la que Al Sahaf, recomendó a los soldados norteamericanos «rendirse» porque si no su destino será «ser degollados» por las tropas de su país. «Os destruiremos. Pedimos a los soldados que se rindan porque si no vamos a cortarles la cabeza», dijo el ministro a los periodistas entre los cascotes del palacio Al Salam, una de las construcciones más lujosas de la capital, y afirmó con rabia que «esto es a lo que los americanos llaman objetivos militares». Aunque el titular de Información, en rueda de prensa conjunta con el encargado de la cartera de Defensa, se ocupó fundamentalmente de desmentir los rumores -fuera de aquí son dados como informaciones contrastadas- de una deserción masiva de soldados iraquíes. «Los iraquíes que se han entregado a las fuerzas estadounidenses y británicas no son soldados, nunca lo han sido. Nunca han formado parte de nuestras Fuerzas Armadas», afirmó. As Sahaf se refería a las informaciones según las cuales 25 soldados iraquíes se habrían pasado al Ejército enemigo en la tarde del jueves. Las cadenas de televisión CNN y Al Jazira mostraron imágenes de hombres con el uniforme del Ejército iraquí entregándose a las fuerzas estadounidenses y británicas. Su rendición, que se habría producido poco después de la incursión del Primer Cuerpo Expedicionario de Marines en el sur de Irak, guarda por tanto especial relación con otra información que el ministro del ramo puso especial empeño en desmentir. «Ningún Ejército extranjero ha penetrado en territorio iraquí», afirmó, echando otro balón fuera pese a que casi todas las cadenas de televisión -menos la qatarí Al Jazira- dan por segura esa incursión por tres flancos: el norte, el sur y el centro del país, desde el oeste. Por contra, la CIA cree que Sadam, seguramente acompañado por uno o los dos hijos, todavía estaba dentro de las instalaciones militares en el sur de Bagdad cuando fueron bombardeadas por Estados Unidos el miércoles nada mas comenzar la guerra, en un intento por «decapitar» al líder iraquí. Según informaba ayer el diario The Washington Post, el Gobierno estadounidense tenía indicios de que el dirigente fue «al menos herido» por los bombardeos, debido a que inmediatamente después se solicitó atención médica de urgencia al recinto. Se desconocía también el estado de salud de los hijos. Aunque «tenemos todas las razones para creer que se encontraba allí durante los ataques», dijo una fuente de la CIA. Por la manera en la que se pidió la ayuda médica, se piensa que si no fue Sadam, el ataque al menos hirió de gravedad a un alto mando iraquí. No obstante, según fuentes del propio Pentágono, nada permitía aseverar que eso fuera del todo cierto.