Fomento permitió el retraso en el rescate del «Prestige»

Vidal Castro compareció en calidad de testigo ante el magistrado Francisco Javier Collazo, a quien insistió en que Smit Savage recurrió al remolcador que ya estaba en la zona del siniestro y junto al petrolero, el «Ría de Vigo», pese al contrato en exclusiva firmado con el Estado. El accidente del Prestige ocurrió en torno a las 15 horas de la tarde del 13 de noviembre de 2002, y la negociación de la operación de remolque no se cerró hasta casi las 21 horas de la noche. Las declaraciones de Vidal Castro que han trascendido arrojan serias dudas sobre lo que realmente ocurrió aquel día frente a las costas gallegas durante el rescate del petrolero. El ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, anunció en la comisión de Infraestructuras del Congreso, el 10 pasado de diciembre, que se iniciarían acciones jurídicas contra el armador del Ría de Vigo por incumplimiento del contrato de exclusividad que lo vincula a SASEMAR. Las autoridades marítimas españolas también aseguraron desde el principio que el capitán del Prestige, Apostolos Mangouras, se negó a iniciar el remolque hasta que su empresa terminase las negociaciones. Sin embargo, de la declaración del director de Operaciones de Remolcanosa se deduce que Fomento estaba al tanto de que estas conversaciones se estaban produciendo en tanto pasaban las horas y el petrolero comenzaba a perder fuel. La declaración como testigo de Gonzalo Vidal Castro es consecuencia de la admisión a trámite de la querella criminal que presentó la plataforma ciudadana Nunca Máis en enero contra los «responsables de los daños causados por la catástrofe del ''Prestige''». El próximo miércoles 26 comparecerá en el mismo juzgado, pero ya en calidad de imputado, el que en el momento del siniestro era capitán marítimo de Coruña, Ángel del Real. Él fue el «técnico a pie de obra» desde los comienzos de la crisis. Fruto de la misma querella han sido imputados igualmente el delegado del gobierno en Galicia, Arsenio Fernández de Mesa, y el máximo responsable de la Marina Mercante, José Luis López Sors. Costa sin limpiar Cuatro meses y medio después del accidente, la considerada «zona cero» de la catástrofe, la localidad coruñesa de Muxía, tiene aún manchada de chapapote más de la mitad de su costa. Según la información facilitada por el gerente de la cofradía, Ignacio Castro, 24 de los 42 kilómetros del litoral siguen afectados por el fuel. Castro afirma que «no hay ninguna zona que esté completamente limpia» y que hay diez kilómetros «en las que no se ha puesto la mano en ningún momento» desde el principio de la catástrofe.