El Rey rompe su silencio y pide diálogo para alcanzar el consenso
El Rey rompió su silencio sobre el conflicto con Irak e instó a Gobierno y oposición a que «redoblen sus esfuerzos de diálogo y entendimiento» para alcanzar una postura común sobre la guerra. Sostuvo que la unidad de las fuerzas políticas en un asunto de esta trascendencia es el camino para «servir mejor a los intereses generales de España». Mariano Rajoy evitó comentar las palabras del jefe del Estado, pero apuntó que el acuerdo con el PSOE es imposible porque impulsa las protestas contra la guerra y contra el Gobierno, en una actitud «carente» de patriotismo. La entrega de los Premios Nacionales del Deporte en el palacio de El Pardo fue el marco escogido por don Juan Carlos para dar su parecer sobre el conflicto bélico con Irak. El mutismo del Rey sobre el asunto había motivado que dos formaciones, IU y PNV, reclamaran la opinión de la máxima autoridad del Estado y jefe de las Fuerzas Armadas. El monarca animó a «las fuerzas democráticas» a llegar al «entendimiento» porque a pesar de las diferentes posiciones sobre Irak existe un «común afán» de servir a España. Don Juan Carlos introdujo en su discurso sobre el deporte tres párrafos sobre el conflicto, que «he seguido con gran preocupación» y «permanentemente informado». Señaló, no obstante, que los llamamientos al consenso no están reñidos con «el pluralismo social y los debates» que mantienen las diferentes fuerzas políticas. Ante la diversidad de criterios, explicó que «su papel» es el de escuchar «las distintas opiniones que suscita» con un espíritu «integrador al servicio de los valores democráticos y del interés general». También tuvo palabras de aliento para las Fuerzas Armadas y, en especial al contingente desplazado a la zona del conflicto, porque como máximo exponente de la Corona «respaldará en todo momento a las distintas instituciones del Estado en el ejercicio de las competencias que les atribuye nuestro ordenamiento jurídico». Mostró, además, su «deseo» de que la guerra acabe «cuanto antes con un mínimo de pérdidas humanas y sufrimientos y que pronto se logre la paz». Las palabras del Rey eran esperadas desde muchos sectores, especialmente desde la calle, donde se pedía su palabra en las manifestaciones. El Ejecutivo se abstuvo de valorar las exhortaciones del jefe del Estado al consenso porque sus palabras «no son objeto de comentario por parte del Gobierno». El vicepresidente primero, sin embargo, dejó claro que un acercamiento de posturas con el PSOE no es posible porque, primero, rechazó la oferta de acuerdo que lanzó Aznar el primer día de bombardeos y, segundo, instiga las manifestaciones. El Gobierno cree que si el PSOE abandona esta estrategia las manifestaciones mermarán y se limitarán a protestas de los grupos extremistas minoritarios.