El Gobierno ve grupos radicales organizados tras las protestas ciudadanas
Acebes justifica la dureza policial
El Gobierno interpretó ayer con dramatismo deliberado los incidentes registrados la noche del viernes en Madrid entre manifestantes pacifistas y las fuerzas de seguridad, que se saldaron con una cincuentena de heridos, cinco agentes contusionados y cuatro jóvenes detenidos. El ministro del Interior, Ángel Acebes, consideró proporcionada la agresiva carga policial y atribuyó los altercados a grupos violentos organizados. En los últimos dos días -dijo el ministro- «minorías violentas» han alterado las manifestaciones ciudadanas contra la guerra y «agredido los derechos y libertades de los ciudadanos». Son -insistió- concentraciones ilegales, convocadas sin las debidas autorizaciones administrativas y con la intención de alterar el orden y la seguridad. A pesar de la falta de evidencias que desmientan el carácter espontáneo de las concentraciones, el ministro atribuyó los incidentes violentos a grupos «muy organizados», que se convocan por Internet, aunque no facilitó datos sobre su eventual adscripción a grupos radicales. Citó ataques a más de 50 sedes del PP, actos vandálicos y cortes de vías públicas, así como las «provocaciones, insultos y agresiones» que -insistió- obligaron a los antidisturbios a cargar con inusitada dureza. La actuación policial fue «proporcionada en todos los casos» y cuenta con «todo el respaldo del Gobierno», concluyó. Rodríguez Zapatero reprochó por su parte a Aznar su falta de encaje y le señaló como «el único presidente» de la UE que endosa a los partidos de la oposición la factura de la masiva protesta ciudadana contra la guerra. Zapatero rechazó el espacio para la aproximación que le demanda el Gobierno y volvió a exigirle que «saque a nuestro país de la conmoción y espanto -en referencia al nombre de la última operación aliada- de esta guerra injusta e ilegal».