Los B-52 repostan sobre España

Ocho de los catorce bombarderos B-52 desplegados por Estados Unidos en la base británica de Fairford despegaron a las once de la mañana del viernes cargados cada uno con 30 toneladas de bombas y misiles que arrojaron a las siete sobre Bagdad. En su trayecto hacia Irak sobrevolaron Bilbao, Pamplona y Barcelona y realizaron ejercicios de reabastecimiento de combustible en vuelo de forma sucesiva con cinco aviones KC-135. La operación conlleva un elevado riesgo. De hecho, el Ejército español, que realiza estas prácticas con sus F-18 y F-1, tiene prohibido hacerlo sobre áreas urbanas, por lo que suele llevarlo a cabo sobre el mar o en áreas definidas previamente y despobladas, y eso que se trata de aviones de más maniobrabilidad que los B-52. Un portavoz de Defensa aseguró que «oficialmente, los B-52 no hicieron reabastecimiento sobre territorio español». Los aviones no sobrevolaron Francia, aunque sí al adentrarse en el Mediterráneo lo hicieron por espacio aéreo galo, entre las islas Baleares y Cerdeña. Tras cumplir con su misión sobre Irak se dirigieron a la isla de San Diego (Índico). Según expertos, estos aviones suelen salir con poco combustible por el excesivo peso de la carga y tienen que repostar al poco de despegar porque consumen mucho en esa operación. El B-52 , conocido como «Fortaleza volante», es uno de los bombarderos más poderosos. Tiene una envergadura en sus alas de casi 60 metros y es impulsado por ocho motores. La aeronave puede cargar armas convencionales o nucleares y lanzar hasta 20 misiles crucero a la vez. Los estadounidenses los utilizaron en Vietnam y en la guerra del Golfo de 1991. Un B-52 procedente de EE.UU. y cargado con cuatro bombas termonucleares y un cisterna KC-135 chocaron sobre Palomares (Almería), mientras trasvasaban combustible. Aún hoy no son aconsejables las actividades agrícolas ni urbanísticas en la zona. Durante la guerra del Golfo, en 1991, la base sevillana de Morón acogió un escuadrón de B-52 que realizó 294 misiones de bombardeo en Irak. Los abastecimientos se hicieron sobre el mar. El líder de IU, Gaspar Llamazares, denunció ayer que el Gobierno quiere declarar el «estado de excepción» en España. Llamazares ha anunciado que su partido promoverá que los ciudadanos y los ayuntamientos de Bilbao, Pamplona y Barcelona denuncien al Gobierno por haber puesto «en grave peligro las vidas de sus vecinos».