Los chinos son los inmigrantes que menos utilizan la sanidad pública

Cada colectivo de extranjeros es un mundo sanitario, pero quizás el chino se lleva la palma. Como subraya Alberto Alonso, uno de los tres coordinadores de la recién publicada Guía de atención al inmigrante, la población de ese origen «no comprende ni confía en nuestro sistema sanitario», lo que le lleva a utilizarlo mucho menos que los latinoamericanos, magrebíes, subsaharianos, europeos orientales y, desde luego, españoles. Ly Pen, médico de familia en el Área 4 del Instituto Madrileño de la Salud, recuerda en la obra que «muchos chinos a menudo preguntan si la enfermedad que padecen es lo suficientemente grave como para tener que regresar a su país de origen para tratársela». Tal es la confianza en su medicina tradicional. De hecho, apunta Alonso, son bastantes los que emprenden ese camino de vuelta cuando su dolencia es severa, lo que explica en parte la leyenda de que apenas se registran fallecimientos -en realidad, muchos se producen ya en su tierra- entre ese colectivo de inmigrantes. El caso chino, cuya particularidad se ve favorecida por las dificultades lingüísticas y por el escaso contacto con la población autóctona, es quizás el ejemplo más significativo de la compleja integración sanitaria de la inmigración. «Las barreras idiomáticas van siendo menores», se felicita Yolanda González, presidenta de la Sociedad Madrileña de Medicina Familiar y Comunitaria que ha editado la guía, aunque su derribo no será el fin del problema. Como reconoce Alonso, «el idioma va a asociado a otras barreras», empezando por la propia «concepción de la salud». El paciente chino, por ejemplo, «es en general -según el retrato de Ly Pen-- más sufrido y suele confiar en remedios naturales autodispensables, incluyendo fitoterapia china, masoterapia, etcétera». Además, su jornada de trabajo es habitualmente muy larga, lo que le resta tiempo para acudir al médico. El idioma, que en su caso es uno de los mayores obstáculos, y «la ignorancia absoluta acerca del funcionamiento de los servicios sanitarios y sociales» hacen el resto para alejarle del Sistema Nacional de Salud.