Cascos niega que los técnicos de Renfe y del GIF hayan dado plazos concretos a la conclusión de la línea
El PSOE exige un control externo de las obras del AVE Madrid-Lérida
El PSOE exigió ayer al Gobierno que auditores externos controlen el estado de las obras del AVE Madrid-Zaragoza-Lérida, que debía estar en f
En línea con las primeras críticas realizadas por los nacionalistas catalanes, pero mucho más duros, los socialistas calificaron de «insostenible» la situación en que se encuentra la ejecución del segundo trazado ferroviario de alta velocidad en España (que debería llegar en el 2004 a Barcelona, según las previsiones que aún mantiene Fomento). Entre las deficiencias conocidas hace semanas, y ayer recordadas por el primer partido de la oposición, figuran los problemas del sistema de electrificación (que incluye los cortes en la catenaria denunciados como un supuesto sabotaje) y la inestabilidad de parte del terreno, sobre todo en la zona próxima a la capital aragonesa. No fueron las únicas criticas que el PSOE, por boca de su diputada Teresa Cunillera, hizo en el Congreso a las obras del AVE Madrid-Lleida. Así, denunció también la «falta de coordinación» entre Renfe y el ente público Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF) -responsable de la red de alta velocidad-, el «solapamiento de funciones» entre los diferentes organismos del Ministerio de Fomento, la «atomización» de los contratos de la línea y la «falta de experiencia» de algunas empresas contratistas. Para los socialistas, que también defendieron una moción similar en el Senado ayer mismo, los «fallos» y «averías» que se vienen sucediendo «evidencian los graves problemas de esta infraestructura ferroviaria, y el mucho trabajo que aún queda por hacer para poner en marcha el servicio con las garantías de seguridad y calidad exigibles». Por este motivo, el PSOE reclamó al Gobierno que informe al Parlamento cada dos meses de las actuaciones que lleve a cabo para el «normal funcionamiento» de la citada línea de alta velocidad. El titular de Fomento, por su parte, rebajó la importancia de los problemas denunciados por buena parte de la oposición, si bien coincidió en el que el punto más crítico está en el sistema de señalización y seguridad, cuya nueva fecha de ejecución es ahora «la única referencia valida» para él. Sin sanciones Sin embargo, y pese a reconocer «la evidencia de que no se han cumplido los plazos», Alvarez-Cascos descartó denunciar un posible incumplimiento de contrato de las empresas adjudicatarias, Csee Transport y Cobra, hasta el 31 de mayo, cuando éstas se han comprometido a tener «operativa» la línea. La falta de claridad del ministro para determinar si actuará o no contra las contratistas, a las que él mismo achaca buena parte de los problemas del AVE Madrid-Lleida, contrasta con su firmeza en negar «rotundamente» que los técnicos de Renfe y GIF hayan establecido un plazo concreto para la puesta a punto del trazado, pese a que otras fuentes insisten en que éstos llegaron a hablar de un lapso de entre siete y nueve meses.