Rusia llama al mundo a unirse frente a los Estados Unidos

Los cimientos que sustentan las relaciones entre Rusia y EE. UU. sufrieron ayer miércoles una nueva sacudida. La luna de miel que venían disfrutando el Kremlin y la Casa Blanca desde los atentados del 11 de septiembre está dando paso a desavenencias cada vez más frecuentes que amenazan con un divorcio. Irak es la causa de esas discrepancias. El ministro ruso de Exteriores, Igor Ivanov, dijo en una comparecencia ante los senadores del Consejo de la Federación (Cámara Alta del Parlamento ruso) que «lo que está haciendo EE. UU. constituye un desafío, no sólo para Irak, sino para todo el mundo». Desde el hemiciclo del senado ruso, Ivanov instó a la comunidad internacional a impedir que Estados Unidos actúe como una «potencia absoluta». Para ello, el jefe de la diplomacia rusa propone utilizar enérgicamente el Consejo de Seguridad de la ONU como freno a esas políticas agresivas. Pero no solamente. Rusia exige además el cese «inmediato» de la guerra en Irak porque, según Ivanov, «está abocada al fracaso», porque «La democracia no se puede imponer con misiles Tomahawk», añadió el ministro.