«Dios está colocando obstáculos a los americanos» Mohamed (soldado iraquí)
El Séptimo de Caballería pide ayuda
La coalición internacional intensificará la ofensiva al sur de Bagdad tras haber sido frenada durante dos días por la tormenta de arena. Los aliados reemprendieron el avance ante la amenaza de la llegada de refuerzos de la Guardia Republican y el Ejército regular iraquí al cinturón defensivo de Bagdad, roto a unos 150 kilómetros de la ciudad, pero donde todavía los seguidores de Sadam ofrecen una fuerte resistencia. La estrategia pasa ahora por bombardear a las fuerzas iraquíes que dificultan el paso de las columnas y tratar de avanzar lo máximo posible antes de la llegada de los refuerzos que se desplazan desde Bagdad hacia el sur. La inteligencia aliada ha detectado una columna de la Guardia Republicana, formada por un millar de vehículos y unos 5.000 soldados, que partió ayer desde Bagdad hacia el sur. A primeras horas de la tarde, la avanzadilla iraquí contactó al norte de Kerbala con las primeras unidades del 7º de Caballería. Según las fuentes estadounidenses en Qatar, estos combates se han cobrado nuevos heridos entre las tropas aliadas, pero no precisaron cuándo ni dónde. Los únicos datos que trascendieron respecto al parte de bajas recogen que más de 30 marines resultaron heridos por el llamado fuego amigo, dos de ellos de gravedad, en Nasiriya. Al parecer, la unidad de marines rodeó durante la noche un destacamento iraquí. Cuando los estadounidenses abrieron fuego no se percataron de que tenían en la línea de tiro a sus propios compañeros. También en Nasiriya, 14 civiles resultaron heridos al cruzarse en la línea de fuego aliado. Asimismo, cerca de Nayaf un carro blindado Paladin del Ejército estadounidense se incendió durante los combates contra efectivos iraquíes. La tripulación pudo escapar del vehículo antes de que explotase, pero dos soldados resultaron heridos con quemaduras de segundo grado en los brazos y manos. La carretera que une Narisiya y Nayaf fue escenario de los combates más intensos de la jornada. Unos 1.500 fedayines tomaron uno de los puentes sobre el Eúfrates, en la localidad de Samawa. La artillería y los helicópteros Apache hostigaron con dureza a los seguidores de Sadam. La importancia estratégica de la localidad radica en que se encuentra en la principal vía de aprovisionamiento de la ruta hacia Bagdad. El desgaste que están sufriendo las unidades del Ejército, los marines y la Caballería obligó ayer a que el comandante supremo de la Infantería estadounidense en Qatar solicitara refuerzos al Pentágono. El teniente general David D. McKiernan pidió el envío de 700 soldados de caballería para apoyar las unidades en el frente de Bagdad. La respuesta ha sido inmediata, según fuentes militares, por lo que viaja a la zona la avanzadilla del Segundo Regimiento de Caballería de Fuerte Polk y el Tercer Regimiento de Caballería de Fuerte Carlson. Según The New York Times, un soldado iraquí herido confesó que «los oficiales nos amenazaban con disparar contra nosotros si no luchábamos». Esta información confirma las sospechas, tras el hallazgo por las tropas aliadas de soldados iraquíes heridos o muertos a tiros en zonas donde no hubo combates. Los cuerpos presentan impactos de bala de pequeño calibre hechos a quemarropa.