Cada vez más frentes de guerra

La guerra en Irak tiene cada vez más frentes, ya que a los avances, los bombardeos y las ciudades sitiadas se han unido la peligrosidad de los controles de carretera y la actuación de los «voluntarios» dispuestos al ataque suicida. Poco después de que el mando anglo-estadounidense en Doha respaldara el derecho de sus soldados a la autodefensa, el presidente iraquí, Sadam Husein, llamaba a la Yihad contra los agresores y su vicepresidente, Taha Yasin Ramadán, cifraba en 3.000 los «voluntarios mártires» que están dispuestos a convertirse en «bombas humanas». Sadam Husein, en un mensaje leído por el ministro iraquí de Información, Mohamed Said Al Sahaf, dijo «golpeadles y combatidles, son unos malvados enemigos de la religión; saldréis victoriosos y ellos derrotados; combatidles como lo han hecho vuestros hermanos en Um Qasar, Nayef y Basora», dijo. Nueve niños muertos Nueve niños, entre ellos un bebé, murieron en los bombardeos sobre Al Hillah, al sur de las ruinas de Babilonia, dijo el portavoz del Gobierno, Mohamed Saíd Al Sahaf. Un centenar de personas han resultado heridas en los mismos bombardeos, añadió. Allí se han encontrado restos de bombas de fragmentación, estrictamente prohíbidas. En Basora, los británicos dicen que la población empieza a colaborar, pero que no se precipitarán para tomar la ciudad. Según sus informaciones, los civiles que huyen aseguran que los líderes locales del Baaz han instaurado un estado de terror permanente. Mientras tanto, en EE.UU. las tensiones entre los mandos militares estadounidenses y el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, siguen creciendo. Varios oficiales estadounidenses que se encuentran en primera línea de combate se han vuelto a quejar amargamente de que el Pentágono no les haya procurado el número suficiente de soldados que necesitarían para llevar a cabo su misión. Muchos están comparando a Rumsfeld con Robert McNamara, el responsable de planificar la Guerra de Vietnam que no supo percibir la realidad política y militar de aquel país y que, por ello, llevó aquel conflicto al desastre. Por su parte, el presidente de Estados Unidos, George Bush, confía plenamente en el secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, dijo como respuesta a las críticas vertidas contra él. «El presidente tiene una confianza absoluta en el secretario Rumsfeld y sus generales, así como en la dirección y decisiones tomadas por él, ya que el presidente considera un éxito la campaña militar», según informó la Casa Blanca. «En el Pentágono hay miles de coroneles» y que siempre habrá algunos que critiquen al secretario de Defensa.