La oposición fracasa de nuevo en su intento de que rectifique el PP, que se considera «una piña»

El PP rechazó ayer de nuevo que el Congreso de los Diputados pida al Gobierno que rectifique y que haga las gestiones «necesarias» con EE.UU. y la ONU para poner fin inmediato a la guerra en Irak. Con su voto en contra, el PP volvió a quedarse solo en el Parlamento frente a los otros seis grupos de la oposición, que votaron unidos a favor de una moción del PSOE y otra del BNG. «Esta guerra no es la liberación del pueblo iraquí sino la invasión de un país en toda regla, no será rápida, las víctimas serán numerosas y en lugar de aportar más seguridad al mundo desestabilizará Oriente Próximo y generará más terrorismo contra los países occidentales». Éstas y similares advertencias de todos los grupos de la oposición a lo que llamaron un «error de cálculo» de los «organizadores» del conflicto en Irak no hicieron al PP cambiar su postura. El PSOE planteó que el Ejecutivo promoviera en todos los ámbitos y foros internacionales las iniciativas «necesarias» para poner fin de inmediato a la guerra. El diputado socialista Rafael Estrella, que desglosó la propuesta, reclamó la vuelta de las tropas españolas destinadas a la zona porque, en lugar de ir como ayuda humanitaria, son «una parte más de un plan militar». Ignasi Guardans, portavoz de Exteriores de CiU, arremetió con dureza contra sus socios del PP, a quienes pidió que «asuman de una vez» la política que están desempeñando y llamen a las cosas por su nombre. Les advirtió de que la votación que minutos después se produjo iba a ser una encuesta para ver si los diputados del PP apoyaban la guerra y les pidió que fueran coherentes y después «no salgan de aquí como vírgenes ofendidas cuando se les critique por ello». El diputado catalán recordó a los del PP que las imágenes de niños con los miembros amputados que los medios de comunicación están mostrando son las que ellos «votaron aquí». Por último, les preguntó si de verdad creen que la guerra va a ser breve, que va a parar el terrorismo internacional, que hará de España un país más seguro o unirá a EE.UU. y Europa alrededor del cadáver de Sadam Husein. El PP sigue siendo un partido unido y disciplinado y, como tal, se enfrentará a quienes busquen airear disidencias internas inexistentes. Ante las adversidades, la piña que forma este grupo político se cierra sobre sí misma y así lo hizo ver ayer su portavoz en el Congreso, Luis de Grandes. La percha fue la supuesta discrepancia con el partido del presidente de la Comisión de Justicia y diputado por Cantabria, Jesús López Medel, por su posición frente a la guerra; una discrepancia que él mismo se encargó de negar y que De Grandes enterró bajo calificativos como «diputado ejemplar», «leal» y «persona disciplinada».