Rescatan a la soldado Lynch, prisionera en un hospital iraquí

Fue una operación al más puro estilo hollywoodiense y terminó, como en las películas, con final feliz. Jessica Lynch, desaparecida en combate desde el pasado 23 de marzo en las cercanías de Nasiriyah junto a otros 7 militares, fue rescatada el martes por un comando de Operaciones Especiales del Ejército, que actuó siguiendo las pistas recibidas por la CIA. Protegidos por la densa oscuridad de la noche, un grupo de paramilitares aprovechó los combates que se desarrollaban al sur de esa ciudad para entrar en el hospital Sadam y rescatar a la joven, de 19 años. El general Brooks, que anunció su liberación en la noche del martes, no quiso decir en qué estado se encontraba la soldado pero un video que hizo público el Pentágono horas después mostraba cómo era trasladada en camilla. «La operación de rescate ha sido un éxito. Se encuentra bien y en un área controlada por la coalición» declaró Brooks escuetamente. Pero Lynch no estaba sola: en el hospital, utilizado según los norteamericanos como centro de operaciones militares, también se encontraron 11 cuerpos. «Tenemos razones para pensar que algunos de ellos son americanos» explicó el capitán Frank Thorp, aunque no especificó si se trataba de alguno de los 15 soldados que están oficialmente desaparecidos y entre los que hay 7 de la Compañía de Mantenimiento 507 a la que pertenecía Lynch. Según un médico del hospital, entrevistado por la tv Sky News, Ryan tenía varias heridas de bala en la pierna y «lloraba todos los días porque quería regresar a casa». Su familia, originaria del pueblo Palestina, en West Virginia, celebró la noticia con fuegos artificiales. «Cuando recibí la llamada creí que era una broma» explicaba ayer el padre de la soldado Greg Lynch. Y es que el martes se celebraba el día de los Inocentes en Estados Unidos. «Pero me aseguraron que era completamente cierto» dijo. Los Lynch se quejaron de que aún no les hubieran dejado hablar con su hija, trasladada ayer al hospital de Landstuhl, en Alemania. «Escuchar su voz nos subiría la moral aún más» dijo su hermano. Según el portavoz presidencial Ari Fleisher, «el presidente está tremendamente orgulloso del equipo de rescate que ha arriesgado su vida para devolver a casa a uno de los nuestros». No fue el único en hablar. Destaca entre todas la frase de Jim Wilkinson, portavoz del Comando Central: «América no deja atrás a sus héroes. Nunca lo ha hecho. Nunca lo hará».