Las tropas aliadas empujan a la Guardia Republicana hasta los suburbios de Bagdad

Es la versión del mando central, siempre desmentida por el régimen de Sadam. Ayer, a última hora de la tarde, la 1ª Brigada de la 3ª División de Infantería Mecanizada, tras superar Kerbala, cruzó un puente sobre el Éufrates, el último que les separaba de Bagdad, y se situó en Musayib, a 40 kilómetros del objetivo final. Por el este, los marines franquearon el Tigris en Kut y ya están a menos de 150 kilómetros. Una vez atravesada definitivamente la «línea roja», los soldados se pusieron sus trajes contra la guerra química, soportando un intenso calor. Temen que Sadam use armas prohibidas.La batalla de Kerbala ha sido, hasta el momento, la más dura de toda la guerra. En ella, los aliados han tenido sus primeros enfrentamientos directos con las tropas de élite de la Guardia Republicana, aunque a juzgar por las fuentes militares norteamericanas, éstas se encontraban ya muy mermadas por el trabajo de la aviación y la artillería. Según los oficiales del Departamento de Defensa, la División Medina, en Kerbala, y la Bagdad, en Kut, se encuentran a la mitad de su potencia. «Al contrario -contestaba el ministro de Información, Mohamed Said al Sahaf-, conservan su cohesión y su moral de acero y están dispuestos a hacer frente al enemigo y a destruirlo. Todo son mentiras». Lo que sí parece confirmado es que en Kerbala, tras el bombardeo con misiles Tomahawk y con helicópteros, la coalición libró un intenso combate con los soldados regulares (cuyo número se estima en unos 6.000) y con unos 2.000 paramilitares. Los iraquíes se replegaron dentro de la ciudad, mientras los aliados aprovechaban una brecha de tres kilómetros, al oeste del núcleo urbano, en una llanura, para penetrar entre líneas y seguir avanzando con rumbo nordeste. Siguiendo el canal Husayniya, que comunica este lago con el Éufrates, aseguran que los anglonorteamericanos llegaron al último puente que les separaba de Bagdad mientras Kerbala quedaba cercada, sin la intención por el momento de tomarla. A unos 170 kilómetros al sureste de la capital, en la ciudad de Kut, no parece que la División Bagdad haya ofrecido mucha resistencia a la 1ª Fuerza Expedicionaria de Marines. Allí, los norteamericanos utilizaron las polémicas bombas de racimo o cortamargaritas, según ha reconocido el mando central aliado.