Cientos de muertos sobre el Éufrates

Cerca de 500 soldados iraquíes murieron ayer cuando las fuerzas estadounidenses repelieron un intento de recuperar un puente clave sobre el río Éufrates, a unos 30 kilómetros al sur de Bagdad, según indicó un oficial del Ejército estadounidense. Una cifra no confirmada y que contrasta con las informaciones dirigidas desde el bando iraquí, que habla casi exclusivamente de las víctimas civiles que provoca el fuego aliado. Uno de sus últimos «logros» es la muerte de siete soldados estadounidenses en Irak, después de que un helicóptero Black Hawk y un F-18 se estrellaran en circunstancias todavía no aclaradas. Mientras se investigan las causas de los accidentes, los iraquíes aseguran haberlos derribado, pero Washington no descarta el fallo mecánico ni el «fuego amigo». El helicóptero del Ejército UH-60 Black Hawk, con capacidad para 15 personas (11 soldados y cuatro tripulantes), llevaba al menos 11 ocupantes cuando cayó en Kerbala, al sur de Bagdad. Siete resultaron muertos y otros cuatro, heridos. El general Vincent Brooks, del mando central aliado en Qatar, que confirmó el suceso, aseguró que, en su opinión, el accidente no fue resultado del fuego enemigo. Sin embargo, el Pentágono afirmó más tarde que había sido derribado por armas cortas iraquíes y que los heridos, cuya consideración no se detalla, habían sido rescatados. Con éste, son ya dos los helicópteros perdidos por EE.UU. en esta guerra, después de que el pasado 24 de marzo fuera abatido un Apache. Sus dos tripulantes fueron capturados por Irak y mostrados por la televisión estatal. También existe gran confusión en torno a la pérdida en la misma zona de un cazabombardero de la Armada estadounidense F/A-18C Hornet, perteneciente a la dotación del portaviones Kitty Hawk, que se estrelló durante una misión de bombardeo en Kerbala. A última hora de este jueves, el piloto no había sido encontrado. Disparos de las fedayines La versión del ministro de Información iraquí, Mohamed Said el Sahaf, es que lo habían alcanzado disparos de los fedayines de Sadam, y añadió: «Ahora les estamos agotando, haciendo que se cansen, hasta que nuestro líder decida el momento y la forma de limpiar nuestro territorio de profanadores». Sin embargo, los aliados investigan otras posibilidades. Según Qatar, uno o dos misiles iraquíes fueron detectados en las inmediaciones del F-18. Para interceptarlos, se disparó un Patriot. Y pudo ser este último el que impactó con el avión. Sería el segundo aparato aliado víctima del «fuego amigo», después de que la semana pasada otro Patriot alcanzara a un Tornado británico, causando la muerte a sus dos ocupantes.