Los 175 fiscales madrileños apoyan a su jefe y acusan a Cardenal de violar su libertad

La Junta de Fiscales del Tribunal Superior de Justicia de Madrid cerró ayer viernes filas en torno a su jefe, Mariano Fernández Bermejo, y respaldó por unanimidad las criticas a la Ley de Juicios Rápidos que éste vertió el pasado 14 de marzo tras la celebración de otra asamblea, y en las que, entre otras cosas, calificaba la norma de «estafa». Asimismo, la Junta -integrada por 175 miembros- sostuvo, a través de un comunicado, que las diligencias que el fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, abrió a Fernández Bermejo por la emisión de esas críticas constituyen un «ataque a la libertad de expresión». Del mismo modo, los fiscales de Madrid «ratifican y asumen en su integridad» el contenido del acuerdo adoptado en la Junta sobre la Ley de Juicios Rápidos celebrada el 14 de marzo, «así como su remisión y difusión por parte del fiscal jefe». En este sentido, el teniente fiscal de Madrid, Pedro Martínez, aseguró que la Junta, por unanimidad, ha asumido la responsabilidad colectiva de las declaraciones realizadas por Fernández Bermejo, y sugirió que Cardenal debería haber abierto diligencias contra todos los fiscales de Madrid, y no únicamente contra el portavoz dela opinión de la asamblea. Por su parte, el portavoz de la Unión Progresista de Fiscales, Antonio Camacho, sostuvo que la ley que regula la celebración de juicios rápidos -que se implantarán el próximo día 28- «plantea graves deficiencias de garantía y problemas inconstitucionales» y señaló que son «inasumibles» con los medios de los que dispone la Administración de Justicia.