Diario de León

Mohamed, un abogado iraquí de 32 años, llevó a los marines hasta la soldado

El hombre que se apiadó de Lynch

El general Vincent Brooks muestra a sus espaldas un vídeo con el rescate de la soldado Jessica Lynch

El general Vincent Brooks muestra a sus espaldas un vídeo con el rescate de la soldado Jessica Lynch

Publicado por
Joaquín Fernández - NUEVA YORK.
León

Creado:

Actualizado:

Mohamed, un abogado iraquí de 32 años, fue la semana pasada al hospital de Nasiriya para visitar a su mujer, que trabajaba allí como enfermera. Fue entonces cuando notó la presencia de agentes de seguridad de su Gobierno. Intrigado por el asunto, preguntó a los empleados, y un doctor que era amigo suyo le contó que allí estaba internado un soldado estadounidense. El doctor le llevó a un sala desde la que podía ver, a través de un vidrio, al soldado en cuestión. Se trataba de una mujer joven acostada en la cama, vendada y cubierta en una sábana blanca. Junto a ella, en la habitación se encontraba un hombre vestido de negro. Mohamed vió cómo abofeteaba a la estadounidense y, según cuenta, fue en ese momento cuando decidió tomar cartas en el asunto. Al día siguiente, cuando el hombre de negro ya no estaba por ahí, Mohamed se coló en la habitación y dijo a la mujer que no se preocupara y que él la ayudaría. Cinco días más tarde, Mohamed encontró a unos marines y les contó lo que sabía. La mujer en cuestión era la soldado Jessica Lynch que, gracias a la colaboración de Mohamed, fue rescatada el miércoles por sus compañeros de armas en una operación digna de las más espectaculares películas de Hollywood, con helicópteros Black Hawk aprovechando la oscuridad de la noche para cruzar las líneas enemigas y comandos de aguerridos soldados de elite tomando el hospital. La historia de Mohamed, que agrega aún más picante dramático a la operación de rescate, fue contada ayer en las páginas del diario Washington Post. Los soldados estadounidenses encontraron rápido a Lynch gracias a los mapas del hospital que dibujaron Mohamed y su mujer. Si no fuera por su ayuda, dicen los marines, es posible que jamás hubieran encontrado a Lynch. Tras su colaboración, para garantizar su seguridad, Mohamed y su familia fueron enviados a un campamento estadounidense en Irak y ayer fueron transportados a la ciudad de Umm Qasar, que está controlada por las fuerzas invasoras. Cuando fue a avisar a los marines acerca de la soldado Lynch, éstos le encomendaron la misión de ir dos veces más al hospital a conseguir más información. Entretanto, mandó a su mujer e hija a casa de unos parientes y a las pocas horas los paramilitares fedayines entraron en su casa y la registraron entera, sin encontrar rastro de él ni de su familia. En el hospital, Mohamed contó los 41 fedayines que se encontraban en su casa, además de los cuatro guardias vestidos de civiles que guardaban la puerta de la habitación de Lynch. Durante el segundo viaje, se enteró de que los iraquíes querían amputar una pierna herida a la soldado y pidió a su amigo médico que impidiera la amputación. Regresó a la base, contó lo que sabía, junto con su mujer, que ya había sido transferida a la base, dibujó cinco mapas, y puso en marcha la operación de rescate de la soldado norteamericana.

tracking