El Gobierno achaca a la retirada de Pujol una CiU radical

El Gobierno atribuyó el proceso de radicalización de CiU a la decisión de Jordi Pujol de no presentarse a la reelección a la Presidencia de la Generalitat. Esta retirada del líder nacionalista «ha quebrado», a juicio del Ejecutivo, «la trayectoria» del nacionalismo catalán desde la transición para adentrarse por las sendas soberanistas que transita el nacionalismo vasco. El titular de Ciencia y Tecnología y futuro candidato del PP a la Generalitat, Josep Piqué, fue el encargado, tras la reunión del Consejo de Ministros, de dar la respuesta del Gobierno a la propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía aprobada por CiU. El Ejecutivo se siente traicionado con el giro dado por su aliado en las dos legislaturas porque dificulta, y casi imposibilita, el acuerdo tras las elecciones de 2004. El PP cree que si gana los próximos comicios generales, lo hará sin mayoría absoluta y necesitará el pacto con CiU para gobernar. Con este malestar de fondo, Piqué se mostró convencido que de que si Pujol «siguiera con las riendas» de la formación, el nacionalismo catalán no habría caído en «la deriva de radicalización que le aleja del centro».