Marruecos vuelve a saltarse los acuerdos de inmigración
El acercamiento entre los gobiernos español y marroquí tras quince meses de crisis bilateral, los gestos entre ambas partes y las buenas palabras de Rabat apenas sí han tenido traducción en una de las cuestiones claves para España: la inmigración. El preacuerdo alcanzado el pasado 3 de marzo en Málaga entre ambas partes fijaba como punto de arranque para la colaboración entre ambas administraciones la aceptación por parte de Rabat de todos los inmigrantes, sin distinción de nacionalidad, que llegaran a las costas andaluzas y canarias. La única condición impuesta a las autoridades españolas era probar que los patronos de las pateras o las mafias que habían introducido a los clandestinos eran de origen marroquí. Según los datos facilitados ayer por la Delegación del Gobierno para la Extranjería, desde el pasado uno de enero hasta este lunes han sido detenidos 74 patronos de embarcaciones de ''sin papeles'' de los que 72 eran de nacionalidad marroquí. Así lo ha documentado el Gobierno ante las autoridades alauís, pero Rabat no ha admitido la devolución administrativa de ninguno de los entre 1.000 y 1.300 subsaharianos llegados en esas embarcaciones.