Diario de León

ANÁLISIS Enrique Clemente

Lo que Rumsfeld no ha logrado

Billetes con la cara de Sadam Husein reposan en el suelo en uno de los saqueos en Bagdad

Billetes con la cara de Sadam Husein reposan en el suelo en uno de los saqueos en Bagdad

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

El éxito de la campaña militar contra Irak ha supuesto un reforzamiento del ala dura de la Administración Bush, fundamentalmente del jefe de filas de los halcones, Donald Rumsfeld. Sin embargo, el secretario de Defensa fijó ocho objetivos concretos el 21 de marzo, un día después del inicio del conflicto, la mayoría de los cuales aún no se han logrado y otros parecen inalcanzables a corto y medio plazo. Una meta que no explicitó entonces -la captura o muerte de Sadam y sus hijos- se ha convertido en el mayor fiasco de la los norteamericanos. 1. Terminar con el régimen de Sadam Huseín. Éxito pleno. Las tropas angloamericanos han acabado con la dictadura de Sadam en sólo tres semanas de campaña militar. 2. Identificar, aislar y finalmente eliminar de Irak las armas de destrucción masiva. Fracaso absoluto. Después de 24 días de conflicto no se ha hallado ni siquiera un pequeño arsenal. En varias ocasiones las tropas y los medios de comunicación de EE.UU. y el Reino Unido informaron de que habían encontrado bidones y recipientes sospechosos de contener armas químicas y bactiológicas, pero finalmente se demostró falso. El hecho de que Sadam no haya utilizado este armamento letal cuando su régimen se jugaba la supervivencia también es difícil de entender teniendo en cuenta que en el pasado fue x capaz de usarlas contra su propio pueblo. La teoría que esgrime EE.UU. para explicarlo es que el dictador sí dio la orden de utilizarlas, pero sus comandantes se negaron a hacerlo. Hay que recordar que la intervención se hizo oficialmente para desarmar a Irak. 3. Buscar, capturar y cazar a los terroristas que hayan encontrado refugio en Irak. Resultado insatisfactorio. No ha sido aprehendido ni un solo terrorista. Ni rastro de nadie supuestamente implicado en los atentados del 11 de septiembre. Lo máximo que ha hecho la coalición anglo-americana es atacar y destruir las bases en el Kurdistán iraquí del grupo fundamentalista Ansar Al-Islam. 4. Recoger información de inteligencia sobre las redes terroristas en Irak. Fracaso. No ha trascendido que Estados Unidos haya logrado este tipo de información. Aunque se trata de una materia reservada es prácticamente seguro que si hubiera logrado algo en este sentido la Administración Bush habría estado interesada en divulgarlo, ya que era uno de los objetivos de la guerra. 5. Recoger información de inteligencia sobre las redes internacionales de tráfico de armas de destrucción masiva. Fracaso. Si ni siquiera ha podido localizar esas armas, mucho menos habrá podido recolectar información sobre esas supuestas redes que traficarían con ellas. 6. Terminar con las sanciones (impuestas) a Irak y entregar inmediatamente ayuda humanitaria, de alimentos y medicinas, a los desplazados y a la gran cantidad de iraquíes que lo necesitan. Resultado insatisfactorio. El fin de las sanciones parece sólo cuestión de tiempo, aunque los países que han sido excluidos de la reconstrucción (sobre todo Francia y Rusia por su capacidad de veto en el Consejo de Seguridad) podrían poner trabas si no ven claro que el petróleo sea para Irak y no para las compañías norteamericanas. Es evidente que la ayuda humanitaria está siendo claramente insuficiente. Faltan agua, alimentos y medicinas todavía, pesar de que los vencedores sabían que la población las necesitaba con urgencia. La distribución de la ayuda que está llegando está siendo caótica, porque la efectúa el ejército y no especialistas de las ONG. 7. Asegurar los campos de petróleo y los recursos que pertenecen al pueblo iraquí. Éxito completo. Las tropas angloamericanas sí han sido extremadamente diligentes, desde el inicio de la guerra, en controlar los pozos de petróleo. Incluso precipitaron sus avances cuando tuvieron informaciones de que Sadam pensaba incendiarlos. 8. Ayudar al pueblo iraquí a crear las condiciones para una transición rápida hacia un gobierno representativo que no sea una amenaza para sus vecinos y que esté determinado a asegurar la integridad territorial del país Mal inicio. Aún es pronto para saber qué pasará a este respecto, aunque el caos, el saqueo y el pillaje que se han vivido en las principales ciudades del país no es un buen comienzo. Los analistas coinciden en que ganar la guerra se revelará mucho más fácil que ganar la paz. El precedente de Afganistán es desalentador: los talibanes se han reagrupado y los señores de la guerra siguen controlando una parte importante del país. La constitución de un gobierno democrático iraquí será la prueba de fuego que marque a largo plazo el éxito o el fracaso de esta operación militar. Si el protectorado norteamericano se alarga sería dar luz verde a la actuación de los grupos de resistencia.

tracking