Chirac pide garantías para retirar las sanciones

La intención del presidente de Estados Unidos, Georges Bush, de acabar con las sanciones económicas impuestas a Irak tras la primera guerra del Golfo, introdujo un nuevo elemento de debate en el seno de la UE. La ministra española de Exteriores, Ana Palacio, consideró necesario acabar con el embargo «por el bien del pueblo iraquí», dijo, y porque responden a una situación creada por un régimen que ya no existe. En cambio, el presidente francés, Jacques Chirac, fue más templado en su apreciación. Tras mantener en Atenas un encuentro bilateral con Kofi Annan, precisó que el levantamiento de las sanciones «es un objetivo que hemos asumido hace mucho tiempo», si bien adujo que «compete a la ONU» definir el cómo se habrá de acabar con el embargo. De hecho, Francia quiere obtener algún tipo de «garantía», según fuentes comunitarias, pues no pasa por alto que las sanciones y la gestión del programa Petróleo por Alimentos son las únicas vías de que tiene ahora Naciones Unidas para estar presente en Irak. Acabar con ellas, supondría que la liberalización de los pozos petrolíferos iraquíes se haría también única y exclusivamente bajo la supervisión de lo que Annan llamó «poder ocupante». Ana Palacio manifestó que los cuatro países de la UE miembros del Consejo de Seguridad (Francia, Alemania, Reino Unido y España) mantendrá su línea de diálogo alejada de los medios de comunicación para que la crisis de Irak regrese a la ONU en forma no de una resolución, sino de varias, pues el próximo 12 de mayo expira el programa Petróleo por Alimentos, «y habrá que impedir que se cree un vacío legal», sentenció la ministra.