10.000 musulmanes muestran su ira por la permanencia de los marines
«El ejército de Mahoma volverá»
Más de 10.000 fieles musulmanes suníes siguieron enfervorizados la pérdica el imán Al Jatib en la mezquieta de Abu Hanifa, en uno de los barrios de Bagdad, quien mediante altavoces exhortó a unirse a todos los musulmanes de Irak. El imán alertó contra la presencia en el país de Estados Unidos. «Irak ha sufrido dos grandes invasiones, la de los mongoles y la de Estados Unidos», bramó. Bajo un sol de justicia, los fieles que no lograron entrar en el abarrotado templo aguardaron a la salida con enormes pancartas en las que rezaban lemas como «No queremos un orden impuesto por Estados Unidos, queremos un país islámico». Mientras el iman predicaba, unos treinta marines hicieron aparición en el lugar, pero ante la reacción de la muchedumbre, que se dirigió con fiereza hacia ellos, optaron por marcharse. A la salida del templo, miles de personas marcharon a pie o encaramados en camiones y todo tipo de vehículos ondeando banderas iraquíes y gritando al unísono: «Esperad, esperad, que el ejército de Mahoma volverá» o «Con nuestra sangre y nuestra alma, siempre defenderemos el islam». Horas después, Ahmed Chalabi, jefe del Congreso Nacional Iraquí, ex movimiento de oposición apoyado por Washington, estimó desde Bagdad que Irak estaría dotado de aquí a dos años de un gobierno democrático. Hasta entonces, indicó, no tiene intención de desempeñar ningún papel político. Después de semejante declaración, alabó el papel de Bush: «Ha sido muy valiente», enfatizó. Por su parte, el pretendiente al trono iraquí, Charif Ali ben Husein, primo del último rey de Irak, Fayçal II, que fue asesinado en 1958, se pronunció a favor de una vuelta a la monarquía y del mantenimiento de tropas estadounidenses. En una entrevista que publica el diario austríaco Standard, estimó que «una monarquía (en Irak) podría contribuir a una mayor integración de las diferentes etnias». Por su parte, los países vecinos de Irak instaron ayer a la retirada de los estadounidenses, pidieron a Naciones Unidas que «desempeñe un papel central» en el Irak de la postguerra y rechazaron las amenazas de Washington a Siria. Reunidos desde el pasado viernes en Riad, los jefes de la diplomacia de Arabia Saudí, Turquía, Irán, Siria, Jordania y Kuwait, así como los de Egipto y Bahrein como presidente de la Liga Árabe, se pronunciaron a favor del «rápido establecimiento de un gobierno iraquí totalmente representativo, conforme a una constitución que deberá acordarse». Los ministros afirmaron la necesidad de que Naciones Unidas tenga un «papel central» en el Irak de la postguerra. Asimismo, los países árabes rechazaron las amenazas (estadounidenses) contra Siria y dieron su apoyo a la iniciativa de Damasco, que instó a la eliminación de armas de destrucción masiva de Oriente Próximo. El pasado miércoles, los responsables sirios presentaron esa propuesta como un proyecto de resolución ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.