Sobre conejos y chisteras

Que Aznar es un político, nadie va a dudarlo a estas alturas. Que con el Consejo de Ministros y el BOE a tu disposición se pueden sacar más conejos de la chistera que teniendo tan solo pancartas para protestar, también es un hecho incuestionable. A favor de Aznar hay que decir que sabe administrar los tiempos y sacar las baterías de medidas «populares» (en el doble sentido de la palabra) cuando le es más necesario: la popularidad del Gobierno y del partido que gobierna estaba cayendo sensiblemente gracias a la posición aliada con la de Bush en la guerra contra Irak, y Aznar presenta ahora a los españoles medidas en cuatro campos en los que, sin duda, serán bien recibidas. Nada menos que efectarán a la población trabajadora femenina, a los trabajadores autónomos, a la vivienda de alquiler y a los pequeños y medianos empresarios. Total, unos ocho millones de personas, calculando por lo bajo, según comentaba un miembro de la Junta Directiva Nacional del PP ante la que el presidente del partido y del Ejecutivo anunció el paquete. ¿Bastará todo eso para compensar la pérdida de apoyo electoral presumible a través de las encuestas acarreada por la posición del Gobierno junto a Bush en la intervención contra Irak? Lo veremos. Aznar ha tenido reflejos, pero no hace autocrítica, y todo son enemigos que actúan con mala voluntad contra el Gobierno. La apuesta en la guerra, el alineamiento tan decidido a favor de una opción norteamericano-británica, fue definido como «cumplir con nuestro deber», en favor exclusivamente de «los intereses españoles». Los siete años de gobierno del PP fueron presentados con tintes rosáceos, y así va a seguir la cosa este martes y este miércoles, cuando todos los ministros den cuenta de las realizaciones de sus respectivos departamentos. Estamos en campaña, ya casi hasta oficialmente, y probablemente el discurso de Aznar, incluso reconociendo que «podemos caer más o menos simpáticos» (se supone que se refería a él mismo), no podía ser otro que el que hizo este lunes ante la Junta Directiva Nacional de su partido. Era un discurso de ánimo frente a talantes alarmados o pesimistas ante lo que pueda ocurrir en las elecciones del 25 de mayo. Veremos a ver si, Consejo de Ministros mediante, el paquete de medidas en busca de la popularidad de los populares, valga la redundancia, es bálsamo de Fierabras o parto de los montes.