Los aragoneses salen a la calle para volver a rechazar el Plan Hidrológico

El manifiesto de esta decimoquinta movilización contra el PHN pretendió ser una reivindicación de la «solidaridad» aragonesa porque, tal y como dijo Carmen París, el rechazo al trasvase «no es un capricho pasajero» sino que los aragoneses, porque conocen bien la «extrema pobreza de su territorio», saben que una actuación como el trasvase «compromete gravemente el porvenir de Aragón». Aseguró que Aragón no quiere el agua para malgastarla, sino «para usarla para crear riqueza, para que riegue los campos y mueva turbinas», pero también quiere «ver discurrir el agua por los ríos cumpliendo su natural fin y desembocando en el mar, propiciando un entorno saludable». Precisamente en alusión a esa «solidaridad» en el manifiesto se asegura que los aragoneses quieren colaborar en la búsqueda de verdaderas soluciones para el problema del agua en España y se recalca que se esforzarán en la formación de «otro» PHN renovado «que contenga una nueva cultura del agua» y que incluya medidas como el ahorro, el impulso a la modernización de regadío, que evite la contaminación y fomente la reutilización y desalación. También hizo una referencia a los recientes apoyos conseguidos desde diversos ámbitos en la lucha contra el trasvase y recalcó que los aragoneses ya «no están asilados», sino que cada día están «más acompañados» por miles de ciudadanos catalanes, por las gentes del Delta del Ebro y por los habitantes de la cuenca y muchos del resto de España. Los dos años y medio de «lucha» contra el trasvase, apuntó Carmen París, han servido para que se pueda decir «con orgullo» que no se ha puesto «ni un solo ladrillo de esta obra injusta». No obstante, «el peligro no ha desaparecido» ya que, cercanos a dos citas electorales, «habrá múltiples intentos para enmascarar la realidad de que el pueblo de Aragón, y con él su Gobierno, han impedido que esta obra comience». A la concentración convocada en la Plaza del Pilar de Zaragoza como acto central del día de San Jorge, patrón de Aragón, acudieron decenas de miles de personas que no ocultaron que sus postulados dispares.