Más de 500 curas vascos, navarros y franceses piden al Papa que defienda la autodeterminación

Un total de 530 sacerdotes de las diócesis de Baiona, Bilbao, Pamplona/Tudela, San Sebastián y Vitoria, han remitido una carta al Papa en la que defienden el derecho de autodeterminación y la independencia; enmarcan la raíz de «los problemas políticos de Euskal Herria y de la violencia en la falta de reconocimiento de los derechos colectivos del pueblo vasco» y creen que la solución pasa por el díalogo, la negociación, y el respeto y la expresión libre de todas las opciones «sin ningún tipo de amenazas». En el escrito, que fue enviado a Su Santidad la pasada Semana de Pascua, los curas «de la Iglesia de Euskal Herria», que acompañan el texto con sus firmas, también aseguran que «en el origen de las violencias terroristas actuales entre nosotros están la rebelión militar, la guerra fratricida, bendecidas como Cruzadas por la Iglesia, y la dictadura franquista». En la carta, publicada íntegra en el diario Deia, los sacerdotes trasladan al Papa sus «inquietudes» para que se conozca la «realidad de nuestra situación, más aún teniendo en cuenta que, desde diferentes instancias políticas y también eclesiásticas, le llegarán informes e interpretaciones, en ocasiones sesgados». Por eso, confían en su «comprensión pastoral». En el escrito, los curas apoyan el «trabajo incansable» del Papa por la paz, admiran su «testimonio evangélico de pedir perdón por las graves injusticias en las que la Iglesia ha sido culpable» Asimismo, expresan sus preocupaciones y deseos desde su responsabilidad evangelizadora y consideran que la «unión pastoral de nuestras iglesias locales en una única Provincia Eclesiástica Vasca, con Iruñea/Pamplona como arzobispado, secundando el parecer y deseos expresados desde hace años por el pueblo cristiano y la mayoría de los obispos vascos, sería un importante signo eclesial de reconciliación y de servicio pastoral a este Pueblo». Según dicen, el pueblo vasco sabe que «la raíz más profunda de sus problemas políticos y de las graves y dolorosas expresiones violentas está en un conflicto producido por la falta de reconocimiento de nuestros derechos colectivos» y recuerdan las palabras del Papa para señalar que «una de las formas más dramáticas de discriminación consiste en negar a grupos étnicos y minorías nacionales el derecho fundamental a existir como tales».