Saintes, lugar estratégico del refugio atlántico de los etarras

La ciudad de Saintes, donde se produjeron el viernes las detenciones de los cuatro etarras, ocupa un lugar estratégico en el repliegue de la banda terrorista en la fachada atlántica francesa. Enclavada entre Aquitania y Bretaña, ocupa el centro de un triángulo geográfico con vértices en Burdeos, La Rochelle y Angulema muy bien comunicado por autopista con la frontera española. Desde la década pasada, este área se ha convertido en el refugio atlántico de ETA, no sólo para sus activistas en la reserva sino también como teatro de algunas operaciones armadas de tipo logístico. En Roullet-Saint Estèphe, cerca de Angulema, se encontró el Renault 21 que un comando de encapuchados robó en marzo al vigilante de una fábrica de Barsac donde intentaron robar polvo de aluminio, material primario para la fabricación de explosivos. En un garaje de Jonzac, al sur de Saintes, se produjo el pasado 21 de octubre, el robo a mano armada de unas 2.000 placas de matrícula vírgenes por tres asaltantes. En Cognac, al este de Saintes, fue robado el 20 de abril de 2002 el Ford Escort que un mes después estalló cargado con 20 kilos de explosivos en el aparcamiento de la Universidad de Navarra, en Pamplona.