Deportistas con cartel

León tuvo un ciclista en la década de los años 80 que llegó meter los codos entre la cima del ciclismo mundial. El pasado mes de marzo se comprometió con Enrique Gil para engrosar la lista que encabeza el político del Partido Popular a la Alcaldía de San Andrés del Rabanedo. José Enrique Carrera, con el número 11 en la candidatura, concreta el paso a la política: «Porque me lo pidió Enrique, con el que llevo muchos años trabajando en el Ayuntamiento de León; porque llevo 36 años viviendo en este lugar y conozco la capacidad de gestión que tiene Gil». Esas son las razones del ex corredor profesional de Reynols, sujeto ahora a una actividad didáctica en las Escuelas Deportivas de León y que reconoce que tuvo otra oferta para presentarse como candidato en las próximas elecciones: «Sí, es cierto, pero no creo que debamos comentar eso porque era para otra formación política y para otro ayuntamiento». Más repercusión encontró la apertura a la carrera política del plusmarquista de peso, reciente campeón del Mundo, Manuel Martínez, fichaje del Partido Popular, puesto de salida, promocionado para la concejalía de Deportes. En eso está el lanzador leonés en esta campaña. Cuando la fiebre del candidato y deportista no había entrado en fase de multiplicación, como en los meses previos a los comicios locales y municipales del 2003, León contó con un precedente: Margarita Ramos firmó en el año 1991 el acta de concejala en el Ayuntamiento de León, partícipe de la primera legislatura con representación institucional de la Unión del Pueblo Leonés, un fenómeno en constante crecimiento hasta la fecha. Margarita Ramos vuelve a competir en el mismo plano, como candidata en Villaquilambre por la misma formación que bendijo su entrada a la política. Habla con la autoridad que le conceden trece años de por medio: «Puede ser que porque salimos en los papeles es interesante contar con gente de nuestro tipo; luego que vayas con uno u otro, o que identifiques más o menos con una u otra tendencia política es ya cosa de cada cual. Yo creo que los políticos echan mano de deportistas con cierto nombre porque es una inversión más que rentable», argumenta la atleta leonesa que no tiene reparos en aportar otro dato diferencial a su caso: «Tengo carnet de la UPL desde que me propusieron la posibilidad de presentarme en las elecciones del 91. Y hasta hoy». Esa fidelidad se contrasta en la posición de concurso que aceptó margarita Ramos en la lista del partido leonés en Villaquilambre: undécima. Manuel Martínez comienza a dar detalles de su apuesta política y reconoce sin tapujos que la aventura, en la que no acepta el papel de oposición, le ha cerrado la puerta de posibles patrocinadores. También habló en público de sus acentos ideológicos, poco afines a los que definen por naturaleza y origen a los del Partido Popular. Esta exposición del atleta contribuye a hacer buena la teoría que defiende Margarita Ramos a cerca de quién pone más en este matrimonio de intereses: o el que capta o el fichado. «Yo no tengo ninguna duda de que el primer beneficiado es el partido; al principio fui un reclamo. Y ahora los que están en activo, son un reclamo. Cuanto más conocido es el personaje se le ficha con más celeridad. El partido gana más», teoriza la ex atleta leonesa que abre otro frente de debate al hilo de las dedicaciones. «Llega un momento en el que has de plantearte estar en una cosa o en la otra; yo hablo por mi experiencia, que fue de oposición y ví la dificultad para compaginar el deber de la representación política con la carrera deportiva». Aquella práctica inusual a comienzos de los años 90 ha evolucionado: hasta cinco deportistas leoneses forman parte de ella.