Los partidos de León atribuyen la proliferación de candidaturas a la lucha por la gestión del suelo y al trasvase de concejales descontentos
El atractivo urbanístico suma 47 listas que pugnan por el control del área metropolitana
Los nueve municipios que están experimentando un mayor desarrollo urbanístico en torno al área metropoli
El caso más representativo de la evolución sociopolítica de los municipios del entorno de León está en Sariegos, en donde los residentes de una urbanización que promovieron una lista independiente lograron colocar a dos concejales. «Es una forma de tener una mayor participación en la defensa de sus intereses», explicó Abel Sierra, cabeza de lista de IU, respecto a la abundancia de candidaturas que concurren en el municipio: seis para 11 concejales. Carlos Blanco, número uno del PSOE, aseguró que «nadie está perdiendo baza» en cuanto a la posibilidad de introducirse en la gestión del suelo. No en vano, indica, «ha habido gobiernos ligados a promotores». Recordó el caso de la inhabilitación del exalcalde en la pasada legislatura por irregularidades urbanísticas, y añadió que algunos de los concejales han salido rebotados a listas por divergencias manifiestas con su partido de origen. En Villaquilambre la situación es un tanto distinta. Ha ganado dos concejales por el vertiginoso crecimiento de la población y, en consecuencia, las listas también han proliferado: hay seis partidos que pretenden el gobierno municipal. Entre ellos, el Partido del Bierzo. ¿La razón? Reflejo de la llegada de población joven de otros puntos de la provincia, en Villaquilambre se ha asentado una importante colonia de bercianos que logró elaborar la lista. La cabeza de lista del PP en este municipio, María Isabel Lorenzana, admite que los partidos se están dejando llevar por «el interés inicial del crecimiento urbanístico», puesto que, desde su punto de vista, no «hay más razones objetivas» que puedan explicar un fenómeno que no se da en ninguna otra zona de la provincia con tanta evidencia. En Chozas de Abajo concurren siete listas para once ediles, cuando en las anteriores elecciones no había más que cuatro listas. Roxana Almirante, alcaldable socialista, consideró que «es bueno» para el elector tener tantos partidos donde elegir, «aunque los perjudicados sean los grandes partidos». Entiende que la proliferación de candidatos ha sido estimulada, particularmente en este municipio, por el descontento con los gobiernos anteriores. «En estas elecciones se vota a una persona, no al partido», argumentó. Respecto a la anterior legislatura, en Onzonilla ha surgido una candidatura más: Los Verdes. «No tiene razón de ser, un ayuntamiento con tantas candidaturas no es gobernable, va a la deriva», indicó el actual alcalde, del PP, Victorino González, quien se preguntó «dónde va un partido así a pedir un plan de obras y servicios a la Diputación». José Luis Suárez, alcaldable socialista en este mismo municipio, sospecha que muchas de estas listas van de apoyo a fuerzas de mayor representatividad. «El PP siempre ha llevado una candidatura de apoyo», dijo. Las listas minoritarias de Valdefresno han sido estimuladas por políticos excluidos de otros partidos, como lo ocurrido en este ayuntamiento con UPL, apuntó el candidato a la Alcaldía por el PSOE, José Pellitero. El atractivo urbanístico y la especulación sobre el suelo en esta zona entre residencial e industrial son algunos de los motivos que encuentra para explicar las numerosas candidaturas que concurren para ocupar nueve concejalías. Pellitero esgrimió el desorden que existe en el suelo de esta zona para explicar los intereses partidarios que se dan en anteriores gobiernos. El alcalde de Valverde de la Virgen, Antolín Fandiño, apoyó la tesis de que el control sobre el urbanismo es uno de los alicientes de los partidos para concurrir a las urnas. Y, aunque lo admtió como un comentario duro, dijo: «Muchas veces los alcalditos somos meros títeres». Jesús García, del PSOE de Villasabariego, explicó que el crecimiento de listas sólo responde a la intención de los pequeños partidos por convertirse en «llave».