El buque modificó su dirección y fue en sentido contrario por el corredor de Finisterre, según un informe galo
El «Prestige» invirtió su rumbo dos veces cuatro horas antes del SOS
Las pesquisas de la Oficina de Investigación de Accidentes Marítimos (BEA-Mer) y las de la Marina Mercante española confluyen en una h
Este periódico pudo saber hace unos días que Marina Mercante estaba estudiando los rumbos para comprobar si efectivamente existía alguna anomalía en la travesía del Prestige. Sin embargo, los peritos del BEA-Mer, tomando como base el propio diario de navegación del buque (donde se anotan las posiciones), concluyen que entre las 11 y las 12 horas del día 13, el buque retrocede nueve millas en dirección norte por el canal descendente (donde la dirección obligatoria es sur-suroeste) del corredor de Fisnisterre, para después volver a virar hacia el sur. Rumbos desconcertantes Esta errática travesía tan sólo aparece reflejada en las coordenadas de navegación del cuaderno de bitácora. En este sentido, los técnicos galos se sorprenden de que en el diario de a bordo «no se hace constar este breve cambio de rumbo», según las conclusiones de la investigación oficial francesa a las que ha tenido acceso La Voz. En ellas se califica esta dirección de «rumbo de huida». Tras estas anotaciones, no hay ninguna otra hasta las 15.15 horas, cuando se emite la señal de socorro digital. ¿Pudo haber sido un error del oficial de guardia al anotar la posición? Todos los técnicos consultados cuestionan esta posibilidad, pues una proyección del recorrido a una velocidad más o menos constante pondría al petrolero unas 20 millas más al sur del lugar donde lanzó el May day. Es decir, si no hubiera retrocedido por el carril contrario de la autopista marítima, se en contraría a la altura de la ría de Muros y no a la de Fisterra. La dirección escogida en el cambio de rumbo (noreste), según los expertos, serviría para poner el costado dañado a sotavento y, a salvo del mar de fondo, poder evaluar el alcance de la avería inicial e incluso proteger la zona del casco de estribor. Congreso en Santiago Santiago de Compostela acogerá del 30 de junio al 2 de julio unas jornadas en las que educadores gallegos analizarán e intercambiarán experiencias sobre cómo se ha abordado en las aulas la catástrofe del Prestige. Las jornadas «Materias y experiencias educativas sobre el Prestige» están organizadas por el Ayuntamiento de Santiago y el la Nova Escola Galega y fueron presentadas ayer por el concejal de Educación, Xosé Manuel Iglesias, y el coordinador de los seminarios, Xesús Rodríguez, quien consideró que este acontecimiento es una «buena ocasión» para que la comunidad docente «reflexione y debata su implicación educativa con la catástrofe». No obstante, aseguró que no se trata de un congreso para hacerse sólo preguntas sino para formular propuestas a raiz del intercambio de experiencias y el análisis de su labor didáctica sobre el Prestige en sus repectivos lugares de trabajo, «que fueron otra forma de limpiar el chapapote».