Detienen a un británico en Málaga como presunto autor del asesinato de su bebé de tres meses

Un hombre de nacionalidad británica, de 37 años, ingresó en prisión acusado del asesinato de su hijo de tres meses y medio de edad en la localidad malagueña de Archidona. El bebé falleció el pasado 11 de abril, aparentemente por muerte súbita. Sin embargo, durante la autopsia practicada al cadáver se hallaron dos toallitas higiénicas alojadas en la garganta del niño, lo que hizo sospechar que la muerte no fue natural, según explicaron fuentes cercanas al caso. Las investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil concluyeron con la detención del padre de la criatura. Tras prestar declaración durante más de siete horas, la juez de Instrucción y de Primera Instancia de Archidona ordenó su ingresó en prisión. Las mismas fuentes apuntaron que la supuestas desavenencias conyugales de la pareja podrían estar en el origen del presunto parricidio. Incluso se ha conocido que el detenido llegó a sospechar de la paternidad del bebe. En sus declaraciones, la pareja, que se conoció en España, se inculpó mutuamente de la muerte de su hijo, según precisaron las fuentes judiciales, quienes señalaron que la mujer, de 27 años, había recibido amenazas en algunas ocasiones por parte de su marido, con el que llevaba casada un año. El hombre está jubilado por una lesión física mientras que la madre del bebé trabaja en una inmobiliaria. La noticia ha caído como un jarro de agua fría entre los vecinos de la urbanización La Purísima, donde durante seis meses residió la pareja -Paul y Ana- según comentaron algunos residentes. «Todos nos quedamos de piedra. Yo tengo dos nietos que nacieron al poco de ese niño y me puedo imaginar el dolor de esa madre. El bebé era una prenda», comenta una vecina de la vivienda contigua. El estado casi ruinoso de la vivienda hacía presagiar a los habitantes de La Purísima que la pareja abandonaría pronto el barrio, lo que ocurrió a los pocos días de fallecer el bebé. Por ello, muchos han perdido la pista de la mujer, que sigue residiendo en Archidona. En lo que sí coinciden los vecinos es en apuntar que a la pareja se la veía poco. «Se relacionaban poco e incluso cuando los saludábamos, intentaban esquivar el saludo», explica otra vecina. La madre del bebé declinó, entre lágrimas, hacer cualquier tipo de declaración sobre el asunto.