Diario de León

Una constelación de minorías La incertidumbre sobre los resultados de la capital da esperanzas a las candidaturas alternativas

Siete partidos sin representación en el Ayuntamiento de León presentan ahora lista con el difícil objetivo de conseguir un concejal, una hipótesis a la que, según los resultados de 1999, sólo se acerca en la realidad IU, al haber conseguido 2.5

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LEÓN. Marco Romero Redacción Pese a la proliferación de listas independientes, son muy pocas las que presentan caras nuevas dentro del panorama político leonés. Sin embargo, sus programas sí son novedosos y ofrecen muchas propuestas que no por utópicas -«federalismo, radicalismo y laicismo», «leonesidad» o «León debe ser gobernado por los leoneses», se lee en algunos programas- resultan menos convincentes para el elector de minorías. Por votos aglutinados -según la Ley D"Hont se requiere al menos un 5% del apoyo de los votantes para tener representación en un ayuntamiento-, los sufragios conseguidos en León capital por todas las candidaturas independientes -415 en total-, sumados a los votos de UC-CDS (440) y a los de Izquierda Unida (2.549) no hubiesen conseguido juntos ni siquiera un concejal en el grupo mixto por muy escasos votos (4,87% de la participación). Sólo como dato de referencia, el PP de León perdió la mayoría absoluta en la capital en las pasadas elecciones por no más de 300 votos. Por el contrario, donde los grupos independientes sí suelen conseguir voz es en pequeños municipios, donde surgen candidaturas de enfado o desengaño con los partidos mayoritarios, o en zonas en crecimiento, donde existe una evidente proliferación de listas promovidas por los nuevos vecinos. Las agrupaciones que concurrieron a las urnas en 1999 en los diferentes municipios de la provincia consiguieron un total de 42 concejales de los 1.751 que fueron elegidos. Además de Izquierda Unida, formación que no logró recuperar el concejal perdido en 1995 por algo menos de mil votos, otros cinco partidos minoritarios luchan en esta campaña por hacerse un sitio o simplemente por dejar testimonio de que su ideología existe. La cabeza de lista fue concejala en León desde 1977 hasta que abandonó en la última etapa de Morano. Fue senadora de Alianza Popular y compartió despacho en las Cortes autonómicas con el actual presidente, Manuel Estella. A principios de año presentó su candidatura, que se llama Ciule (Ciudadanos Independientes Leoneses), para luchar contra la abstención, sin pretensiones de quitar votos a nadie. La primera propuesta de su programa es que «León debe ser gobernado por leoneses, sin que sean siervos de los intereses de los partidos mayoritarios». Para ello pretende potenciar y defender la Diputación como única institución provincial. De ganar, este partido pediría la reforma de la Ley Electoral para conseguir las listas abiertas en las elecciones municipales. Uno de los ejes de la campaña gira en torno a un futuro control sobre el «despilfarro» económico del Ayuntamiento de León. Lo haría con un equipo «eficaz que practique una política de austeridad y transparencia, controlando el gasto para no recurrir a la venta de suelo ni a la subida de impuestos y congelando los sueldos políticos». Ciule quiere luchar contra los grandes males de la provincia, y promete evitar la emigración de la juventud, subvencionar siempre con dotación presupuestaria y priorizar los gastos consensuándolos con los barrios. «Ampliaremos la seguridad en nuestras calles, conseguiremos que León sea la Ciudad de la Música, no continuaremos con las obras faraónicas, seremos innovadores con el turismo, conseguiremos un aeropuerto operativo y no decorativo y promoveremos viviendas sociales», reza su programa. Encabeza la lista José Roberto López, que inició su carrera política como concejal en La Ercina por el CDS. La continuó también como edil y por esta misma formación en San Andrés del Rabanedo. Hoy es el número uno de un partido que no concurría a las urnas desde 1991 -entonces consiguió 1.565 votos en toda la provincia- y que ahora ha sido dinamizado con nuevas propuestas y un programa electoral centrado en el bienestar ciudadano y en la defensa del medio ambiente. En materia de urbanismo, el proyecto estrella es el denominado Plan de Movilidad, que consistiría en crear un eje peatonal donde convivan peatones, ciclistas, vehículos de minusválidos y en ciertas zonas mixtas, vehículos. Este partido es un claro defensor de las peatonalizaciones de calles en los diferentes barrios de León, caso de San Mamés y el Crucero. Los Verdes también proponen una nueva regulación de las antenas de telefonía móvil para alejarlas de núcleos habitados y disminuir su nivel de radiaciones. Prometen un mayor control sobre las empresas contaminantes y un nuevo modelo de recogida de residuos urbanos. Para los jóvenes construirían 350 apartamentos de 55 metros cuadrados para alquilarlos por seis años como máximo y un coste aproximado de 140 euros mensuales. Esta formación fomentaría el autoempleo mediante la creación de una empresa municipal que asesorara a emprendedores y les proporcionara financiación y apoyo técnico. La atracción de empresas durareras se haría a través de un gabinete de fomento de inversiones. Entre otras propuestas no temáticas, han hablado de crear un museo interactivo de los recursos naturales y un jardín botánico en la azucarera de Santa Elvira. Los ciudadanos, si Los Verdes consiguieran la Alcaldía, permitirían meter en un pleno un asunto con más de 300 firmas de apoyo. Su símbolo es el yugo y las flechas. «Lejos de perder el tiempo en la elaboración de un programa, que no tenemos posibilidad electoral de llevar a cabo, nosotros nos presentamos a las elecciones para que los leoneses tengan presente que la bandera de la Falange sigue alzada, fiel a su fundador y con un ilusionante futuro. Es decir, como una forma de conseguir una propaganda que, de otra manera, nos estaría vedada», admite esta formación en un correo electrónico remitido a este periódico. «Antes que pedir el voto -añade- queremos que la gente se comprometa a luchar por España con los ideales de la Falange». Falange Española Independiente-Falange 2000 concurre, pues, «sin fe y sin respeto» e interpretarán todos los votos que obtengamos como «muestras de rebeldía y castigo hacia el sistema». La coalición permite, además, que dos organizaciones falangistas (Falange Española Independiente y Fejons, bajo la denominación Falange 2000, aúnen esfuerzos, cosa que se hacía necesario desde hace tiempo». La Falange surge de la fisura con la anterior formación, circunstancia que integrará este partido después de las elecciones en Frente Español, legalizado a principios de año. Son conocidos sus vínculos con Blas Piñar, fundador de Fuerza Nueva. Su propuesta más contundente es la expulsión de inmigrantes. «Si miráis a vuestro alrededor cada día podréis ver lo que nos trae la inmigración:ladrones, furcias, asesinos, vagos... [...] ¿No os parece que ya va siendo hora de pararlos? Estamos como estamos por culpa de la sensiblería democrática que lo permite», dice uno de sus manifiestos dirigido a los «Españoles de León». «Haremos una españa más grande, más libre y limpia de maleantes», promete la Falange de Jesús Prieto Olivera. Prometen, además, empleo digno, subvenciones de las cargas sociales y fiscales que «hoy en día hacen inviable la mayoría de los negocios», mejoras en la prevención de riesgos laborales, integración de sectores marginados evitando toda picaresca o «mendigos» y mayor participación ciudadana de forma activa en el medio ambiente. Además de aspirar a la proclamación pacífica de la Tercera República, IR tiene como señas de identidad el federalismo, como expresión libre de los pueblos, el radicalismo, como compromiso de igualar ciudadanos y poder, y laicismo, como valor alternativo a la moral católica. Sus propuestas para León son:elección directa del alcalde, elección de los concejales con listas abiertas, instauración de un referéndum vinculante en el ámbito local, municipalización de servicios esenciales, educación pública gratuita y supresión de la religión, ceración de centros de ocio alternativos para los jóvenes, transporte público útil con carril bici y tranvía, trabajar en los servicios sociales para que no exista ningún anciano olvidado, ayudas esenciales para el comercio tradicional y artesanal, fomentar el empleo para que nadie se vaya de la provincia por falta de trabajo, seguimeitno de la supresión del paso a nivel del Crucero, cuidado especial al medio ambiente y actuaciones en zonas marginadas de la ciudad de León, caso de Armunia, Trobajo del Cerecedo, Puente Castro, barrio de Las Ventas y La Sal. Para la candidatura autonómica proponen elegir dierctamente al presidente de la Junta y la reforma del Estatuto de Autonómía para modificar los límites actuales de Castilla y León. El partido de corte regionalista Prepal sostiene desde hace años una misma ideología para introducir entre la población:un León hermano de Zamora y Salamanca, vincular la capital con las comarcas naturales próximas, defensa de la participación popular en la gestión municipal, selección de prioridades con todos los partidos, puesta en marcha de proyectos sólo cuando haya un plan financiero, reforma del Ayuntamiento, descentralizando la gestión por barrios o distritos, estimular el sentido comunitario, luchar por la ordenación urbanística y territorial, mejorar el nivel de servicios y vincular el deporte a una escuela de convivencia. LEÓN. Marco Romero Redacción Pese a la proliferación de listas independientes, son muy pocas las que presentan caras nuevas dentro del panorama político leonés. Sin embargo, sus programas sí son novedosos y ofrecen muchas propuestas que no por utópicas -«federalismo, radicalismo y laicismo», «leonesidad» o «León debe ser gobernado por los leoneses», se lee en algunos programas- resultan menos convincentes para el elector de minorías. Por votos aglutinados -según la Ley D"Hont se requiere al menos un 5% del apoyo de los votantes para tener representación en un ayuntamiento-, los sufragios conseguidos en León capital por todas las candidaturas independientes -415 en total-, sumados a los votos de UC-CDS (440) y a los de Izquierda Unida (2.549) no hubiesen conseguido juntos ni siquiera un concejal en el grupo mixto por muy escasos votos (4,87% de la participación). Sólo como dato de referencia, el PP de León perdió la mayoría absoluta en la capital en las pasadas elecciones por no más de 300 votos. Por el contrario, donde los grupos independientes sí suelen conseguir voz es en pequeños municipios, donde surgen candidaturas de enfado o desengaño con los partidos mayoritarios, o en zonas en crecimiento, donde existe una evidente proliferación de listas promovidas por los nuevos vecinos. Las agrupaciones que concurrieron a las urnas en 1999 en los diferentes municipios de la provincia consiguieron un total de 42 concejales de los 1.751 que fueron elegidos. Además de Izquierda Unida, formación que no logró recuperar el concejal perdido en 1995 por algo menos de mil votos, otros cinco partidos minoritarios luchan en esta campaña por hacerse un sitio o simplemente por dejar testimonio de que su ideología existe. La cabeza de lista fue concejala en León desde 1977 hasta que abandonó en la última etapa de Morano. Fue senadora de Alianza Popular y compartió despacho en las Cortes autonómicas con el actual presidente, Manuel Estella. A principios de año presentó su candidatura, que se llama Ciule (Ciudadanos Independientes Leoneses), para luchar contra la abstención, sin pretensiones de quitar votos a nadie. La primera propuesta de su programa es que «León debe ser gobernado por leoneses, sin que sean siervos de los intereses de los partidos mayoritarios». Para ello pretende potenciar y defender la Diputación como única institución provincial. De ganar, este partido pediría la reforma de la Ley Electoral para conseguir las listas abiertas en las elecciones municipales. Uno de los ejes de la campaña gira en torno a un futuro control sobre el «despilfarro» económico del Ayuntamiento de León. Lo haría con un equipo «eficaz que practique una política de austeridad y transparencia, controlando el gasto para no recurrir a la venta de suelo ni a la subida de impuestos y congelando los sueldos políticos». Ciule quiere luchar contra los grandes males de la provincia, y promete evitar la emigración de la juventud, subvencionar siempre con dotación presupuestaria y priorizar los gastos consensuándolos con los barrios. «Ampliaremos la seguridad en nuestras calles, conseguiremos que León sea la Ciudad de la Música, no continuaremos con las obras faraónicas, seremos innovadores con el turismo, conseguiremos un aeropuerto operativo y no decorativo y promoveremos viviendas sociales», reza su programa. Encabeza la lista José Roberto López, que inició su carrera política como concejal en La Ercina por el CDS. La continuó también como edil y por esta misma formación en San Andrés del Rabanedo. Hoy es el número uno de un partido que no concurría a las urnas desde 1991 -entonces consiguió 1.565 votos en toda la provincia- y que ahora ha sido dinamizado con nuevas propuestas y un programa electoral centrado en el bienestar ciudadano y en la defensa del medio ambiente. En materia de urbanismo, el proyecto estrella es el denominado Plan de Movilidad, que consistiría en crear un eje peatonal donde convivan peatones, ciclistas, vehículos de minusválidos y en ciertas zonas mixtas, vehículos. Este partido es un claro defensor de las peatonalizaciones de calles en los diferentes barrios de León, caso de San Mamés y el Crucero. Los Verdes también proponen una nueva regulación de las antenas de telefonía móvil para alejarlas de núcleos habitados y disminuir su nivel de radiaciones. Prometen un mayor control sobre las empresas contaminantes y un nuevo modelo de recogida de residuos urbanos. Para los jóvenes construirían 350 apartamentos de 55 metros cuadrados para alquilarlos por seis años como máximo y un coste aproximado de 140 euros mensuales. Esta formación fomentaría el autoempleo mediante la creación de una empresa municipal que asesorara a emprendedores y les proporcionara financiación y apoyo técnico. La atracción de empresas durareras se haría a través de un gabinete de fomento de inversiones. Entre otras propuestas no temáticas, han hablado de crear un museo interactivo de los recursos naturales y un jardín botánico en la azucarera de Santa Elvira. Los ciudadanos, si Los Verdes consiguieran la Alcaldía, permitirían meter en un pleno un asunto con más de 300 firmas de apoyo. Su símbolo es el yugo y las flechas. «Lejos de perder el tiempo en la elaboración de un programa, que no tenemos posibilidad electoral de llevar a cabo, nosotros nos presentamos a las elecciones para que los leoneses tengan presente que la bandera de la Falange sigue alzada, fiel a su fundador y con un ilusionante futuro. Es decir, como una forma de conseguir una propaganda que, de otra manera, nos estaría vedada», admite esta formación en un correo electrónico remitido a este periódico. «Antes que pedir el voto -añade- queremos que la gente se comprometa a luchar por España con los ideales de la Falange». Falange Española Independiente-Falange 2000 concurre, pues, «sin fe y sin respeto» e interpretarán todos los votos que obtengamos como «muestras de rebeldía y castigo hacia el sistema». La coalición permite, además, que dos organizaciones falangistas (Falange Española Independiente y Fejons, bajo la denominación Falange 2000, aúnen esfuerzos, cosa que se hacía necesario desde hace tiempo». La Falange surge de la fisura con la anterior formación, circunstancia que integrará este partido después de las elecciones en Frente Español, legalizado a principios de año. Son conocidos sus vínculos con Blas Piñar, fundador de Fuerza Nueva. Su propuesta más contundente es la expulsión de inmigrantes. «Si miráis a vuestro alrededor cada día podréis ver lo que nos trae la inmigración:ladrones, furcias, asesinos, vagos... [...] ¿No os parece que ya va siendo hora de pararlos? Estamos como estamos por culpa de la sensiblería democrática que lo permite», dice uno de sus manifiestos dirigido a los «Españoles de León». «Haremos una españa más grande, más libre y limpia de maleantes», promete la Falange de Jesús Prieto Olivera. Prometen, además, empleo digno, subvenciones de las cargas sociales y fiscales que «hoy en día hacen inviable la mayoría de los negocios», mejoras en la prevención de riesgos laborales, integración de sectores marginados evitando toda picaresca o «mendigos» y mayor participación ciudadana de forma activa en el medio ambiente. Además de aspirar a la proclamación pacífica de la Tercera República, IR tiene como señas de identidad el federalismo, como expresión libre de los pueblos, el radicalismo, como compromiso de igualar ciudadanos y poder, y laicismo, como valor alternativo a la moral católica. Sus propuestas para León son:elección directa del alcalde, elección de los concejales con listas abiertas, instauración de un referéndum vinculante en el ámbito local, municipalización de servicios esenciales, educación pública gratuita y supresión de la religión, ceración de centros de ocio alternativos para los jóvenes, transporte público útil con carril bici y tranvía, trabajar en los servicios sociales para que no exista ningún anciano olvidado, ayudas esenciales para el comercio tradicional y artesanal, fomentar el empleo para que nadie se vaya de la provincia por falta de trabajo, seguimeitno de la supresión del paso a nivel del Crucero, cuidado especial al medio ambiente y actuaciones en zonas marginadas de la ciudad de León, caso de Armunia, Trobajo del Cerecedo, Puente Castro, barrio de Las Ventas y La Sal. Para la candidatura autonómica proponen elegir dierctamente al presidente de la Junta y la reforma del Estatuto de Autonómía para modificar los límites actuales de Castilla y León. El partido de corte regionalista Prepal sostiene desde hace años una misma ideología para introducir entre la población:un León hermano de Zamora y Salamanca, vincular la capital con las comarcas naturales próximas, defensa de la participación popular en la gestión municipal, selección de prioridades con todos los partidos, puesta en marcha de proyectos sólo cuando haya un plan financiero, reforma del Ayuntamiento, descentralizando la gestión por barrios o distritos, estimular el sentido comunitario, luchar por la ordenación urbanística y territorial, mejorar el nivel de servicios y vincular el deporte a una escuela de convivencia.

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