El cachondeo electoral

Las confusiones, las polémicas sobre los «tamaños», los piropos hacia los candidatos, el desconocimiento de muchos de éstos y las adversas condiciones meteorológicas han puesto a prueba durante la campaña electoral los reflejos de los candidatos, siempre dispuestos a resultar ingeniosos para arañar hasta el último voto. El presidente del Gobierno, José María Aznar, estuvo «sembrao» y protagonizó distintas anécdotas aunque la más sonada, ya en la recta final, se produjo en la localidad sevillana de Villamanrique de la Condesa, donde la candidata al ayuntamiento le puso en un apuro al referirse a sus atributos. Así, en medio de un mitin la candidata le espetó: «con todo lo chiquito que es usted, tiene los cojones muy bien puestos», a lo que Aznar, entre risas de los asistentes, le respondió con un «tómate lo que quieras», y propuso que «si alguien tiene un metro por ahí, se lo prestáis si me quiere medir a ver cómo ando de medidas». Además, el jefe del Ejecutivo tuvo la oportunidad de ofrecerse como padrino de una niña al ponerse de parto, en pleno mitin en Las Palmas, una mujer que tuvo que abandonar el acto. En su primera campaña como secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero fue acogido de muy distintas maneras por los electores. Así, mientras que en muchos de los actos electorales fue aclamado con gritos de «guapo, guapo», pudo comprobar como el comandante de un avión que cubría el trayecto Tenerife-Madrid, preguntó «quién es ese» cuando se le pidió permiso para grabar dentro del aparato al candidato. También en su primera campaña desde que fue elegido coordinador general de IU, Gaspar Llamazares constató la dureza de la misma al ver como el atril desde el que se había dirigido al público en Palma de Mallorca producía descargas eléctricas a todo el que se acercaba, verse obligado a reponer vestuario al no poder volver a Madrid tras un mitin, y sufrir la incredulidad de una joven en Zaragoza que dudaba de estar viendo en persona al mismísimo candidato de IU. La campaña en el País Vasco ha sido una de las más ricas en anécdotas, como las provocadas por el viento en distintos actos, en uno de los cuales, celebrado en Bilbao, un golpe de aire hizo volar un altavoz que impactó en la cabeza de un viandante, quien para su fortuna pudo ser atendido por el aspirante a la reelección en esta ciudad, Iñaki Azkuna (PNV), médico de profesión. También Eolo le jugó una mala pasada a un candidato de Sestao (Vizcaya), quien vio como una ráfaga de viento se llevaba los papeles de su discurso, lo que le obligó a improvisar. El candidato socialista a la alcaldía de San Sebastián, Odón Elorza, reconocido «melómano», se las prometía muy felices al organizar un arranque de campaña aderezado con una relajante melodía de Satie, antes de que el perro «Fidel», propiedad de un concejal del Ayuntamiento, le boicotease el acto a ladridos. Las confusiones fueron muy abundantes en Cataluña, aunque la más significada la protagonizó el candidato de CiU a la Alcaldía de Barcelona, Xavier Trías, a quien una señora le comentó que conocía a su familia y le dio el pésame por la muerte de su madre, a lo que él respondió: «señora, usted me confunde, porque mi madre no está muerta, eh¡». Asimismo, el secretario general del PP, Javier Arenas, se vio envuelto en una situación cómica cuando una señora, en una fiesta en Barcelona, le soltó un «venga Arenas, que ya tenemos tu voto», en lugar de anunciarle que ella era una de las convencidas, a lo que el implicado le respondió que era evidente que el partido contaba con el voto de su secretario general. El líder del PSC, Pascual Maragall, durante un paseo por Sant Feliú entabló conversación con unas monjas a las que instó a llevarse bien porque «si no, no irán al cielo». En Castilla-La Mancha, José Bono contó con la inesperada presencia, en varios actos, de la suegra de su adversario del PP, Adolfo Suárez Illana, cuyo aspecto en los carteles electorales ha sido motivo de comentarios, incluidos los del propio Arenas, quien en un mitin le pidió el nombre y la dirección del fotógrafo para ver si a él también le quitaba las canas. La campaña electoral en Extremadura no se ha prodigado mucho en hechos curiosos, aunque el más destacado se produjo durante el arranque de campaña cuando los candidatos de IU colocaron sus carteles debajo de otros anteriores que anunciaban «el circo llega a Mérida», error que fue subsanado posteriormente con la pegada de nuevos carteles. En el mitin central del PSPV-PSOE, el candidato a la Presidencia de la Generalitat Valenciana, Joan Ignasi Pla, cometió un «desliz» al prometer «camas individuales» para la sanidad pública valenciana, lo que fue aprovechado por el presidente del PP regional, Eduardo Zaplana, para señalar que en su partido no aspiran «a poner más de una persona por cama». Asombrados dejó a sus oyentes Perfecto Sande, último alcalde republicano de Mazaricos (La Coruña) e integrante de la lista socialista, al reclamar a Manuel Fraga que abandone la política para dar paso a personas más jóvenes cuando él permanece en activo a pesar de sus 101 años.