Un sistema electoral que no contenta a casi nadie

El médoto electoral D''Hont ha estado en cuestión en España desde que se implantó. Por los partidos minoritarios especialmente, quienes lo tildan de fomentar el bipartidismo y de dar sobrerrepresentación a los partidos regionalistas en las elecciones autonómicas y a los nacionalistas en las generales. El corte que supone no lograr el 5% de los votos -de ahí que sea un sistema proporcional corregido- deja sin representación a formaciones políticas que luego acaban teniendo más votos que los necesarios para obtener los últimos concejales que se adjudican, y descarta la opción de miles de votantes. Contra lo que pudiera parecer, a los partidos mayoritarios tampoco les acaba de convencer, puesto que les «resta» sufragios; su representación global en las instituciones no corresponde a la proporcionalidad obtenida en el territorio superior a la circunscripción. Pero tampoco promueven un cambio, al no desear reabrir el debate de las listas abiertas -que piden los pequeños- y cada uno aboga por el método que más le beneficia.