Sorpresas de última hora

En una noche muy fría en Valladolid, las primeras valoraciones sobre los resultados autonómicos se hicieron de rogar más de lo esperado. Al filo de la medianoche hacía su aparición en el hotel elegido para celebrar los resultados con militantes y responsables del partido, el líder del PSOE de Castilla y León, Ángel Villalba, cuyo rostro no podía ocultar la decepción por haber perdido la capital vallisoletana. Y es que tan sólo unas horas antes, a esos de las diez, el PSOE prácticamente tocaba con los dedos el Ayuntamiento de Valladolid, mientras que Javier León de la Riva dejaba de ser alcalde por unos minutos. Sin embargo, la ilusión duró eso, unos minutos, puesto que poco a poco, y al igual que sucedió en las pasadas elecciones de 1999, los datos volvían a darse la vuelta. No obstante, el PSOE no cambió el vino que tenía preparado para el ágape, -un vino de celebración a juzgar por la etiqueta-, que sirvió para pasar ese mal trago y celebrar el resto de los resultados, mejores a nivel municipal que autonómico. A tan sólo un par de manzanas de la sede elegida por los socialistas, los populares celebraban unos resultados que ni ellos mismos esperaban y que Juan Vicente Herrera, algo antes que su contrincante, calificaba de «excelentes». Es más, en el caso de Valladolid, aseguró que «se ha hecho justicia». La celebración en la capital callisoletana duró poco para el reelegido presidente de la Junta, que, en menos de una hora, se plataba en su ciudad natal, para celebrar junto a Juan Carlos Aparicio el triunfo de los populares en la capital burgalesa. Para pocas celebraciones se vio a José Luis Conde, quien, a pesar de no haber conseguido mantener su escaño en el hemiciclo autonómico, aseguró no haber perdido la ilusión.