Defiende el pacto con los regionalistas cántabros y no descarta acuerdos con nadie
Zapatero acusa a Aznar del «deterioro alarmante de los servicios públicos»
Reprocha al Gobierno que ante una catástrofe se ampare siempre en el «fallo humano»
José Luis Rodríguez Zapatero aprovechó ayer el primer comité federal del PSOE tras las elecciones municipales y autonómicas para dejar claro que su discurso político será a partir de ahora más agresivo. El líder socialista lanzó un durísmo ataque contra José María Aznar, al que acusó de haber «descapitalizado» los servicios públicos hasta dejarlos en una situación de «deterioro alarmante». Sin citarlos, Zapatero se refirió a las últimas catátrofes, la marina del Prestige, la aérea del Yakovlev ucraniano estrellado en Turquía y la terrestre del tren accidentado en Chinchilla y censuró al Gobierno por escudarse siempre en el «fallo humano». Además, admitió que no se puede culpar a nadie por los fallos humanos, pero explicó que «la eficacia de los servicios públicos» se mide por su capacidad para prevenirlos y corregirlos. Frente a esta situación, Zapatero aseguró que no tolerará que «los intereses del Estado, del funcionamiento del Gobierno, de los ministerios y los servicios públicos queden supeditados a la sucesión de José María Aznar». El líder de la opisicón aseguró que el jefe del Gobierno ha ido con su política «más lejos que la derecha tradicional» y se ha desentendido «del orden y los servicios públicos esenciales». Rodríguez Zapatero defendió los pactos electorales con otros partidos, incluido el de Cantabria con los regionalistas que arrebata el Gobierno al PP, y advirtió que éstos son «legítimos» en democracia y en ocasiones incluso «necesarios». Sólo puso tres condiciones para los acuerdos: que los programas se basen en derechos sociales de interés general, que garanticen la estabilidad de los gobiernos, y que los procesos se hagan con transparencia. Aunque la victoria electoral no evitó que Zapatero tuvo escuchara varias intervenciones que, pese a admitir la victoria del PSOE, rebajaron ampliamente el optimismo de la ejecutiva.