OPINIÓN
Puñalada a Zapatero
UN DIPUTADO socialista de Madrid, semidesconocido y de perfil más bien esmerilado, empastelaba ayer el proyecto político de Zapatero desde la misma sala de proyección. Si Zapatero deseaba convertir el Gobierno de la autonomía madrileña en el modelo aplicable al resto de España, antes de echar a andar ya ha sufrido un batacazo. Aunque los dos diputados díscolos volvieran al redil, el gobierno PSOE/IU arrancaría con el contrapoder parlamentario en contra del PP. Y si el comienzo de la legislatura es malo para los socialistas, peor se les puede poner si dentro de dos semanas, la pareja decide desaparecer nuevamente cuando se vote al Gobierno propuesto. El propuesto de PSOE/IU sería minoritario sin los dos votos de los ausentes, mientras que el que presentase la popular Esperanza Aguirre siempre obtendría mayoría simple en segunda votación. ¿Pasará Madrid al racimo de autonomías gobernadas por el PP?. A la luz de la confusa personalidad del diputado volátil, y de la diputada que le acompaña, ambos en comunión de rechazo a «las extremas izquierdas» en el PSOE y en IU, no parece ni siquiera probable que Zapatero pueda convertir la Comunidad de Madrid en el taller-piloto de su política para toda la nación. Simancas tendría que hacerse de derechas, y el líder de IU, Justo Fernández, de puro centro. Sobre las motivaciones del diputado hay una nebulosa muy densa que, sin embargo, no oculta la miseria humana del individuo ni las sospechas sobre los estímulos que podrían haberle condicionado. Visto lo visto podría adelantarse la enhorabuena a Aguirre, a quien una pareja de traidorzuelos le habría servido en bandeja la Presidencia de Madrid. Al otro lado de la calle, la desolación era visible y los populares se mostraban exultantes, especialmente Luis de Grandes, quien parece disfrutar acuchillando verbalmente a Zapatero, quien ayer no pudo ocultar que se sentía malherido.