Un millonario socialista

Cuando dicen que me han ofrecido una tenencia de alcaldía, les tengo que decir que yo, en ese puesto, perdería 20 millones de pesetas al año». Ésta declaración que José Luis Balbás realizó en 1998, en una de las numerosas luchas intestinas de la Federación Socialista Madrileña, resume a la perfección el papel de este poderoso militante socialista de base, que próximamente será expulsado del partido. En los 22 años que lleva en el Partido Socialista no ha ocupado puesto directivo alguno, ni en su formación política ni en cargo público. Sin embargo, siempre ha manejado los hilos del poder en la sombra como cerebro de la corriente Renovadores por la Base, que creó en 1994 con la idea de hacer «frente a los personalismos de felipistas y guerristas bajo, la máxima de que deben ser los mi-litantes los que decidan», según ha afirmado repetidamente. Balbás se ha definido como un empresario liberal de clase media, eso sí, millonario. Es la cabeza visible de más de una decena de compañías relacionadas con la asesoría empresarial y los negocios inmobiliarios. Representa, como le gusta reconocer, a la «clase media liberal» que vota a los socialistas, y rechaza rotundamente «cualquier acuerdo con los comunistas», por lo que siempre se ubica en la derecha del PSOE. Aunque no le gusta que le llamen así, en el partido le conocen como el hombre del maletín o el conseguidor, por ser la persona a la que muchos recurren cuando necesitan un favor. Una gran parte de la familia socialista le consi-dera el artífice de la operación llevada a cabo por los diputados rebeldes, aunque él lo niega una y otra vez. Rechaza cualquier complicidad y se declara «absolutamente al margen» de la voluntad de Tamayo y Sáez.