Aguirre pide repetir elecciones en Madrid y Simancas no quiere gobernar con los traidores

Ni PP ni PSOE quieren cuen-tas con los tránsfugas, pero difieren en cómo afrontar la gravísima crisis institucional que han provocado. Esperanza Aguirre apuesta por la convo-catoria «inmediata» de eleccio-nes para superar la situación causada por la traición de los diputados Eduardo Tamayo y Teresa Sáez al PSOE. Por su parte, Rafael Simancas afirma tajantemente que no goberna-rá con el respaldo de esas dos personas «indignas» que «han secuestrado la voluntad de los ciudadanos». El portavoz socialista no descartó que haya que acudir a las urnas como último recurso, si los expulsados no devuelven sus escaños, como les exigen los socialistas. Pero es partidario de agotar todos los plazos legales. Su indigna-ción con la maniobra que le ha privado de la presidencia de Madrid subió ayer de grados, de acuerdo con sus declaracio-nes, ya que calificó de «golpe» y «conspiración de los poderes fácticos» lo sucedido. Por su parte, Fausto Fernández es partidario de negociar con el PP y el PSOE una alternativa que restituya la si-tuación previa a la espantada, sin necesidad de volver a votar. Sin embargo, IU no ha puesto todavía sobre la mesa ninguna propuesta en este sentido, quizá porque es inviable. Fernández advirtió de que si se «escamo-tea» el resultado IU hará «una oposición fuerte y no sólo en sede parlamentaria». El PP ha visto cómo gracias a Tamayo y Sáez vuelve a estar en condiciones de presidir la co-munidad madrileña, que Agui-rre no consiguió el pasado 25 de mayo por un escaso margen de votos Sin embargo, el PSOE es-tima que repetir las elecciones equivaldría a torcer la voluntad popular. Los analistas creen que en unas nuevas elecciones los populares podrían recuperar la mayoría absoluta debido al desgaste que la sorprendente actuación de los ex socialistas les ha creado. Por eso ayer los dirigentes nacionales de ambos partidos entraron en liza para dejar claras sus estrategias. Javier Arenas pedía a Rodríguez Zapatero que respalde los co-micios anticipados mediante un «pacto» entre las fuerzas parlamentarias de la región. En el otro lado, José Blanco y Jesús Caldera exigían a los lí-deres del Partido Popular que también hagan un llamamiento a los parlamentarios rebeldes para que renuncien a sus es-caños. Los socialistas piensan que sus adversarios quieren aprovecharse de la traición.