Jefe del servicio territorial de Agricultura y Ganadería
«Sería absurda una Castilla y León sin cereal»
El responsable de Junta sobre las cosas del campo en la provincia, Fidentino Reyero, asegura que la Administración autonómica está haciendo «todo lo posible» por intentar parar la reforma de la PAC planteada por Fischler. -¿En qué afectaría a los agricultores la nueva PAC? -En principio, lo que más preocupa a la Junta de Castilla y León es un descacoplamiento de las ayudas a la producción del cereal, que tal y como estaba planteado podría generar una desincentivación de la producción en la mayoría de las comarcas de León, por debajo de las dos toneladas de producción por hectárea. Esto provocaría que hubiera mucha gente que ganara más por no producir, lo que causaría un efecto pernicioso en las empresas de insumos -es decir, las que les dotan de materiales, recambios, maquinaria y fertilizantes-, donde se produciría una dramática reducción de empleo. Para colmo, también se quiere bajar el precio de intervención del cereal, lo cual provocaría una importante caída de precios y la pérdida de interés posterior en el cultivo. La reforma acabaría con el cereal en la comunidad. ¿Alguien se imagina Castilla y León sin campos sembrados de cereales? -¿Y a la ganadería? -Otro de los efectos perjudiciales de la reforma de la PAC es que el desacoplamiento de las ayudas provocaría la brutal reducción de las cabezas de ovino de carne, ya que en la actualidad los márgenes brutos de este sector son muy pequeños. Otra vez sería absurdo contemplar esta comunidad sin lechazos y ovejas. -¿En qué consiste ese desacoplamiento de ayudas previsto? -A partir de las rentas de cada explotación agraria se modulan las ayudas del 2006 hasta el 2012. Esto significaría que las que consiguieran menos de 5.000 euros no tuvieran reducciones; las de 5.000 a 50.000 sí, pero con una ayuda posterior que les devolverá la mitad de lo modulado; y las de más de 50.000 tendrían que asumir toda la modulación. La rebaja sería progresiva desde el 1% al 19% en el 2012. -¿Eso significa la reducción de las ayudas al campo? -No, el dinero restante debería ser invertido en desarrollo rural y medio ambiente, pero la Junta considera que los efectos sobre el cereal serían tan perniciosos que no habría gente para aprovechar esas inversiones y no servirían para nada.