| Análisis | El campo leonés ante Europa |
Cinco problemas que lastran el futuro de los campesinos
El campo leonés es distinto al del resto de España por la especialísima configuración de la provincia. En León se encuentran todos los tipos de agricultura posibles, desde el minifundismo más radical a la agricultura extensiva -eso sí, con muchísimas menos hectáreas que cualquier agricultor del sur de España- pasando por los frutales del Bierzo, el lúpulo de la vega del Órbigo, los maíces de la del Esla y la remolacha del Sur de León. En ganadería, en la montaña carne y en el Sur leche. Riqueza, mucha, pero repartida en pequeñas explotaciones agrarias sin competitividad y dependiendo de un agua que hay que pagar. Sin embargo, en competición con Europa y los países del Este tiene todas las de perder. 1 Explotaciones pequeñas Las explotaciones agrarias de la provincia tienen de media 1,5 hectáreas, lo que significa que hay muchísimas por debajo de esa cantidad y sólo tres por encima de las mil hectáreas. Con esta característica es imposible conseguir una competitividad que pueda hacer frente a las producciones europeas. Además, la mayoría de las explotaciones ganaderas no llegan ni a la media española en producción de leche. Los sindicatos agrarios apuestan por el cooperativismo para intentar superar este hándicap. 2 Agricultores envejecidos La provincia de León cuenta, en la actualidad, con unos doce mil campesinos. El problema fundamental es que, además, la gran mayoría pasan de los 50 años, con lo que están a punto de abandonar la actividad. Si a esto se suma la desaparición de las ayudas de la Política Agraria Común, el futuro de la agricultura y ganadería es de un color bastante oscuro. Los sindicatos agrarios calculan que entre los próximos cinco y diez años sólo quede la tercera parte de los campesinos actuales. Esto podría ofrecer una salida al campo al aumentar el tamaño medio de las explotaciones, pero también le perjudicará puesto que será muy difícil encontrar mano de obra. 3 Dificultades para los jóvenes Para colmo, el reparto de los derechos que se abandonan se hace de forma equitativa en la comunidad autónoma, con lo que mientras León es la que más derechos abandona, porque es la que más peso agrícola tiene en la autonomía, recibe sólo la tercera parte de vuelta. Es decir, si de cada cien derechos León aporta 30, sólo recibe 11: el resultado de la división del total entre nueve provincias. Esto limita la entrada de los jóvenes al campo, con lo que se cierra el paso al futuro y a la competitividad con Europa. A esto se le suma la falta de ayudas al nuevo ganadero, que le impiden iniciar su actividad. 4 Los costes del agua León es la provincia con más regadíos de España entre los actuales -unas 90.000 hectáreas- y los futuros -80.000 más-, gracias a los pantanos de las cabeceras de los ríos. El problema es que el agua del regadío cuesta dinero, todo lo contrario que en Europa, donde cae del cielo. A esto se suman los costes eléctricos de extracción y bombeo del líquido elemento a los nuevos regadíos, lo que hace que se encarezcan los productos leoneses demasiado, con lo que no pueden competir con los europeos. 5 La nueva Europa La ampliación a los países del Este -los llamados Pecos, de Países Extracomunitarios- obligan al cambio del sistema de la PAC y producirán un excedente masivo de cereales y ganadero a más bajo precio que el producto español y más aún que el leonés. La desaparición de las ayudas a la producción eliminaría el cereal en toda la provincia leonesa y dejaría herido de muerte al campo, con lo que podría desaparecer el sector.