Diario de León

Desde la entrada de Finlandia y Suecia la comunidad perdió la categoría de región más grande de la Unión Europea

La Junta asegura que la comunidad podrá competir con ventaja en la UE ampliada

Castilla y León, que en el año 2006 dejará de ser considerada como Región Objetivo 1 de la Unión Europea, se prepara para competir c

La consejera de Economía en funciones, Isabel Carrasco, en una de sus últimas visitas a Bruselas

La consejera de Economía en funciones, Isabel Carrasco, en una de sus últimas visitas a Bruselas

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Rosa Masegosa - valladolid
León

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En una entrevista concedida a Diario de León por la consejera de Economía y Hacienda en funciones, Isabel Carrasco insiste en que la entrada en la UE de nuevos países con un PIB más bajo que la media comunitaria ha contribuido a rebajar la renta per cápita del conjunto de Europa, lo que se conoce como el llamado «efecto estadístico», pero que esto no ha influido en absoluto en que Castilla y León pierda a partir de esa fecha la condición de Región Objetivo 1. «La comunidad ha superado por méritos propios el 75% del PIB europeo», asegura la consejera, quien señala que «aunque no llegaran a entrar todos estos países en la UE, nosotros, dividiendo por los que hay, hemos aumentado nuestro nivel de convergencia con la media europea». Así, Valencia y Castilla y León (Canarias entraria en el apartado de territorios ultraperiféricos) son las dos únicas comunidades autónomas españolas que abandonan la categoría de Objetivo 1 por un «efecto real», mientras que otras, como Asturias, se han visto afectadas por el frío cálculo estadístico. Periodo de transición Si bien Castilla y León lleva tres años convergiendo con Europa, la Junta no ha querido darlo todo por hecho y ha encargado un estudio a las Universidades para conocer al detalle las debilidades a las que la comunidad tendría que seguir enfrentándose cuando dejen de llegar los fondos estructurales, y que se basan fundamentalmente en la extensión, en la baja densidad y envejecimiento de la población y en la existencia de un alto porcentaje de zonas periféricas. Este estudio es el que ha servido para defender ante la Comisión Europea la necesidad de un periodo «phasing out» o «salida lenta», lo que conllevaría que Castilla y León siguiera recibiendo ayudas estructurales durante un periodo de transición. «Nosotros estamos peleando por un phasing out porque siempre que una región ha salido de objetivo uno por efecto estadístico lo ha tenido, lo que ocurre es que es algo nuevo que un territorio lo haga por méritos propios», explicó la consejera. Precisamente, el director de Presupuestos y Fondos Comunitarios, Mariano Gredilla, presente en la entrevista, asistió recientemente a una reunión de las regiones europeas celebrada en Calabria en la que pudo comprobar que la tesis de Castilla y León cuenta con el visto bueno de la mayor parte de las regiones de Europa, aunque esto es algo que no se decidirá hasta finales de este año o principios del que viene, cuando el comisario de política regional Michel Barnier presente las expectativas financieras de la UE. Desafío económico En cualquier caso, la entrada de diez nuevos países en la Unión Europea (Polonia, República Checa, Hungría, Eslovaquia, Eslovenia, Lituania, Letonia, Estonia, Chipre y Malta) constituye un auténtico desafío para el sector económico castellano y leonés. La mayor parte de los nuevos socios comunitarios se caracterizan por ofrecer mano de obra más barata y cualificada y destacan en importantes sectores económicos como el de la automoción y la agroalimentación. No obstante, la consejera de Economía y Hacienda en funciones no titubea al afirmar que Castilla y León se sitúa muy por encima de la media económica de todos estos países y salvo por las zonas próximas a las capitales de algunos de ellos, -como es el caso de Chequia y Eslovaquia, que superan la media de convergencia del conjunto de países candidatos-, la comunidad se encontraría en una posición de mayor fuerza y dinamismo. De hecho, Castilla y León supera el PIB per cápita de la mayor parte de estos países y su tasa de inflación, de un 3,6% según los últimos datos cerrados, se encuentra por debajo de la que registran todos estos países. De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al pasado año 2002, el valor total del Producto Interior Bruto de Castilla y León se sitúa en 31,6 mil millones de euros, mientras que el PIB per cápita asciende a 12.888 euros. Según esto, la comunidad estaría por encima de todos los países candidatos, salvo Chipre y Eslovenia, en lo que a renta per cápita se refiere. Sin embargo, y a pesar de salir ganando en casi todas las comparaciones, Isabel Carrasco matizó que no se pueden buscar similitudes entre un solo territorio como es Castilla y León con todo un país, por muy debajo de la media europea que se sitúe su economía, (que en el caso de los diez candidatos a entrar en la Unión Europea está en torno al 50%). «Muchos de estos países no se organizan como nosotros a nivel territorial ni tampoco estadístico por lo que todavía es muy difícil hacer una comparación por regiones», explica la consejera.

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