Tamayo y Sáez se hacen con la llave de la Asamblea de Madrid

Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez cumplieron sus amenazas y se hicieron con la llave de la Asamblea de Madrid. Los dos diputados indisciplinados del PSOE acudieron ayer al primer pleno para jurar sus cargos e integrarse en el hasta ahora inexistente Grupo Mixto. Los intentos de su antiguo partido e IU para suspender la sesión y aprobar una modificación de urgencia del Reglamento que les impidiera adscribirse a grupo alguno fracasaron. El PP, con mayoría en la Mesa y en la Junta de Portavoces, prefirió dejar constituida ya la Diputación Permanente, donde el voto de Tamayo será decisivo ante el empate a 18 entre PP y PSOE-IU. La propuesta de PSOE e IU -a la que el PP no es principio contrario- consiste en crear en el texto que regula el funcionamiento del Parlamento regional la figura del diputado no adscrito. Una figura que aparece recogida, por ejemplo, en el Reglamento de las Cortes de Castilla la Mancha y que contempla el Pacto Antitransfuguismo, precisamente para evitar que los diputados que traicionen a sus grupos parlamentarios puedan beneficiarse de los privilegios y subvenciones de los que gozan los demás. Sí podrían, en cualquier caso, votar y ejercer cualquiera de las funciones que les corresponde como diputados pero se les privaría, sobre todo, de las prerrogativas económicas. La Comunidad de Madrid aprobó en febrero el pacto para combatir a los tránsfugas, pero únicamente en los ayuntamientos. Por eso, aplicarlo a la Asamblea requeriría una reforma que Esperanza Aguirre ha asegurado que está dispuesta a plantearse. Aún así, y pese a las buenas intenciones del PP, la futura modificación no afectaría ya a Tamayo y Sáez que, desde ayer, tienen un representante en la Diputación Permanente y tomarán arte y parte en los plenos en los que se decida a lo largo del verano, como la representación de la Asamblea en los Consejos de Administración de Telemadrid y Cajamadrid. El Partido Popular asegura que en su decisión de no suspender el pleno que se celebraba ayer y no atender a las demandas de los socialistas no hay maldad. Su portavoz en la Cámara, Luis Eduardo Cortés, argumentó que su primera obligación como representantes populares consiste en mantener las instituciones vigentes en servicio permanente, algo que no habría sido posible de no haber quedado formado ya este órgano. Las explicaciones del PP no dejaron satisfechos a los socialistas. Tal y como están las cosas, tanto ellos como el PP cuentan con dieciocho representantes en la Diputación (los suyos más tres de IU). El Grupo Mixto tiene uno: Eduardo Tamayo, así que su voto serádecisivo para inclinar la balanza hacia un lado o el otro en cada uno de los plenos. «Aún quedaba plazo por agotar (antes de que la Diputación Permanente quedara constituida) - protestó Rafael Simancas-, no hacía falta tanta prisa».