Cascos admite su «escepticismo» sobre el plazo de apertura del AVE de Lérida

El ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, reconoció este martes su «escepticismo» ante los plazos de apertura del AVE Madrid-Lérida, cuya puesta a punto podría retrasarse aún varios meses más (al menos, hasta octubre), como apuntaron semanas atrás los propios técnicos de Renfe. Consciente de los sucesivos incumplimientos en las fechas marcadas desde diciembre pasado para el inicio de los viajes comerciales en la segunda línea ferroviaria española de alta velocidad, dijo desconocer cuándo estará disponible para su utilización comercial dicha infraestructura. Pese a que el nuevo retraso oficial respecto al último plazo (mediados de junio) anunciado por el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF) parece cantado, Álvarez-Cascos no sabe aún si el citado ente público (dependiente de Fomento) ha llegado a un nuevo acuerdo con las empresas encargadas de instalar el sistema de señalización, Cobra (filial de la constructora española ACS) y CSEE Transport (perteneciente al grupo italiano Ansaldo) para finalizar los trabajos el próximo 31 de julio. No obstante, señaló que le gustaría que ese anuncio se realizará «pronto». El titular de Fomento, escaldado por los sucesivos imprevistos que han puesto bajo sospecha la obra más emblemática de su departamento, evitó en todo momento hablar de fechas concretas y concretar las posibles penalizaciones a imponer a los contratistas de la señalización por los retrasos, al considerar «prioritario» que la instalación sea entregada antes «de forma válida. No obstante, anunció que en su momento se estudiarán «las consecuencias de los incumplimientos» desde el ámbito jurídico. Por otro lado, y dentro de la comisión de Infraestructuras del Congreso de los Diputados, Álvarez-Cascos anunció que su departamento invertirá 425,15 millones de euros en los próximos siete años (2003-2010) para reducir a una cuarta parte los tramos ferroviarios donde en la actualidad aún se opera con un sistema de seguridad manual. Según sus explicaciones a los diputados, el llamado «bloqueo telefónico» será reemplazado en 2.792 kilómetros de la red convencional por un modelo automático de control, que podría impedir accidentes como el reciente de Chinchilla (Albacete). De esta forma, sólo restarían 1.033 kilómetros de poco tráfico con el viejo sistema. El titular de Fomento también dijo que en el año 1996, Renfe tenía un índice de 0,65 accidentes por cada millón de kilómetros recorridos, mientras que en el 2002, este índice se redujo hasta 0,38 accidentes, es decir, un accidente por cada dos millones de kilómetros. A juicio de Cascos, «esta importante disminución del índice de accidentalidad sitúa a España, en términos comparados con los ferrocarriles europeos, en el tercer puesto por delante de Alemania y Francia y por detrás de Italia y Suiza». «España es el tercer país de Europa con menos accidentes ferroviarios, tras Italia y Suiza» FRANCISCO ÁLVAREZ-CASCOS Ministro de Fomento