Locos en sus viejos cacharros

A pesar de que estadísticamente hay ya en la provincia un coche por cada dos habitantes, lo que representa una media de dos por familia (205.000 vehículos y 450.000 habitantes) los concesionarios del sector consideran que el mercado todavía no está saturado y que queda aún hueco para el parque móvil de al menos en un tercio más sobre el actual. De momento, las empresas se dan por satisfechas con los últimos planes «renove», con los que el Estado subvenciona la compra de turismos nuevos, entregando los viejos para chatarra, a cambio de una cantidad ligeramente superior a cien mil de las antiguas pesetas. Aún reconociendo que la mitad de los vehículos que circulan por la provincia tiene más de diez años y quedan reservados dentro de las familias para usos domésticos menores, como llevar a los niños al colegio, o como regalo de segunda mano para los hijos más jóvenes, el presidente provincial de la asociación de concesionarios, Roberto Díez Fernández, dice estar satisfecho de los resultados «renove», que, según él, «han funcionado razonablemente bien hasta ahora y habría que tratar de que el Gobierno los mantuviera por todos los medios». Para los concesionarios León es una provincia de nivel medio en cuanto a índice de envejecimiento de su parque móvil, «aunque ligeramente más conservadora que las demás» y todavía muy lejos de las oportunidades que el sector ofrece al mercado en la mayoría de los países europeos. «En este sentido las posibilidades del crecimiento del parque local de vehículos son todavía de hasta un tercio por encima del actual. ¿Si las facilidades del mercado comunitario están favoreciendo todavía la importación de coches de segunda mano en detrimento de las ventas de otros nuevos? Algo hay, sobre todo en importaciones desde Alemania, de donde llegan coches teóricamente con menos de 60.000 kilómetros porque dicen que allí la gente estrena coche cada poco, pero personalmente yo dudo que eso sea así y, más bien, creo que muchas de esas mediciones de kilometraje no son reales». Según Díez, la venta de coches, como otros indicadores económicos, llegan siempre a León con cierto retraso debido a que la provincia carece de un tejido industrial y de servicios que transmita rápidamente los vaivenes de cada coyuntura. «Entonces, la reacción económica es más lenta tanto para lo bueno como para lo malo. Y, lógicamente también, estamos muy lejos de las regiones europeas más desarrolladas, donde llegan hasta 850 automóviles por cada mil habitantes, lo cual significa que aquí tenemos todavía unas posibilidades enormes de crecimiento». En la provincia todavía los «renove» generan no pocas anécdotas en cuanto a la antigüedad de los coches que se entregan para cobrar la subvención por los nuevos. «La mayoría pasan largamente de los cien mil kilómetros y, a veces, se encuentran auténticas reliquias en buen estado, aunque sin interés para los coleccionistas. Hace poco me llegó un Peugeot 303, de treinta años, con las alfombrillas nuevas porque el propietario había protegido las originales con otras para que no se les desgastaran. Pero todos van a la chatarra». Los concesionarios reconocen que su mercado ha caído recientemente en León, «aunque sólo un poco» y dicen confiar en una recuperación relativamente rápida, en especial para las gamas de coches más caras. «Hay que gente que está esperando a que los coches bajen de precio, pero yo pienso que van a subir hasta llegar a los niveles medios europeos. Y, además, que la gente irá a las gamas de precio medio y alto. Pero también se tiende a comprar como símbolo externo de riqueza» La mayoría de los vehículos llegan al canje del plan «renove» con más de cien mil kilómetros Las ventas de coches, como otros indicadores económicos, llegan a León con retraso La demanda se ha estancado este año esperando una falsa caída de precios