El consejero de Agricultura de la Junta da un aprobado alto a la reforma europea
A primera hora de la mañana de ayer el consejero de Agricultura y Ganadería en funciones, José Valín, envió un telegrama de felicitación al ministro Arias Cañete, al considerar que la reforma de la PAC acordada de madrugada en Luxemburgo recogía buena parte de las reivindicaciones «tanto de España como de Castilla y León». «No se ha conseguido todo lo que pedíamos, pero la negociación ha resultado más positiva de lo esperado», aseguró ayer José Valín, quien destacó como principal logro el mantenimiento del actual precio de intervención de los cereales. Sólo en este capítulo, «Castilla y León no perderá unos 50 millones de euros al año», según los cálculos que la Consejería de Agricultura y Ganadería realizó hace meses sobre las consecuencias que en la comunidad tendría un posible rebaja de los precios de intervención. En segundo lugar, José Valín resaltó el importante avance alcanzado en lo que a la cuestión de la modulación de las ayudas se refiere. «Hemos pasado de la modulación máxima del 12% de las ayudas que planteaba el comisario Franz Fischler al principio de la negociación a un tope del 5%», explicó el consejero en funciones, quien también destacó que el reparto de estos fondos modulados será mucho más beneficioso para Castilla y León que lo inicialmente previsto. Ese 5% de ayudas moduladas irá a parar íntegramente a medidas de desarrollo rural (hasta ahora se había hablado de financiar también otro tipo de actuaciones) y el reparto se hará del siguiente modo: el 1% para cada uno de los estados miembros y el 4% restante se destinará a una bolsa común que se repartirá en función de criterios de cohesión, lo que «beneficiará claramente a Castilla y León», según aseguró José Valín. Cincuenta millones más al año En concreto, el consejero de Agricultura en funciones estimó que la comunidad recibirá en materia de desarrollo rural unos 50 millones de euros más al año de lo que iba a recibir igualmente. Por desarrollo rural se entiende la ayuda o indemnización compensatoria para zonas desfavorecidas, las ayudas agroambientales y dos nuevas medidas, como son una línea de ayudas especiales para las zonas incluidas en la Red Natura, -a la que la provincia de León aporta el 30% de su superficie-, y otra específica para apoyar la calidad y la promoción de los productos agroalimentarios. En el otro gran capítulo de la reforma, el desacoplamiento o desvinculación entre ayudas y producción, se ha conseguido una aplicación parcial y no total. Sin embargo, según José Valín, esto no era lo que más preocupaba a Castilla y León, que cuenta con unos rendimientos medios cerealistas de 2,5 toneladas por hectárea y, por lo tanto, corre un menor riesgo de abandono de la producción que otras comunidades como Extremadura, Castilla La Mancha o Aragón, que tienen unos rendimientos mucho más bajos. «No todo son inconvenientes» Además, el consejero de Agricultura y Ganadería explicó ayer que en el desacoplamiento de las ayudas no todo son inconvenientes. «También habrá importantes ventajas como la posibilidad de sembrar leguminosas, alfalfa o remolacha alcoholígena en zonas de maíz y seguir cobrando las mismas ayudas». Y es que la filosofía de fondo del desacoplamiento es la de lograr «una mayor flexibilidad en el sector agrario, hasta ahora tremendamente constreñido por los cultivos subvencionados por la PAC», afirmó José Valín.