Las organizaciones agrarias consideran que la nueva política agraria común es una chapuza
España consigue que la UE diga sí a una PAC que perjudica a León
La provincia será una de las que más sufrirá los efectos negativos, vaticinan los sindicalistas. Cambios que
La Unión Europea llegó a un acuerdo para aprobar la difícil reforma de la Política Agraria Común y, según el ministro de Agricultura Miguel Arias Cañete, asumiendo todas las propuestas españolas. El acuerdo se produjo alas tres de la madrugada de ayer miércoles en Luxemburgo. Casi por sorpresa y tras duras semanas de negociación, cuando nadie lo esperaba, los ministros de Agricultura de los Quince se sacaron de la manga una solución que rebaja un poco las pretensiones del comisario alemán Franz Fischler, pero que deja la reforma con modulación -aunque inferior a la propuesta que llegaba al 17% y se queda en el 5%- y con desvinculación parcial de las ayudas a la producción -los agricultores de los países que elijan este camino voluntario cobrarán sólo el total de las ayudas si siguen cultivando, y las tres cuartas partes si no lo hacen-. Para el Gobierno español es un éxito, ya que atrae aún más dinero para los frutos secos, el arroz y la leche. Según el ministro Cañete, España se llevará 2.752 millones de euros más sumando las ayudas de desarrollo rural. Eso sí, precisamente para la provincia de León y la comunidad autónoma en la que se la metió junto a Castilla, las cosas no serán tan buenas, ya que se pierde en trigo y forrajes, además de la modulación. Enfado de los sindicatos La alegría con la que los políticos, tanto españoles como europeos, han calificado como un éxito la reforma contrasta de forma alarmante con la de las organizaciones agrarias hispanas y continentales. El acuerdo, lejos de gustar a los que va dirigidos, más bien ha conseguido enfadarles hasta grado sumo. Todos los sindicatos españoles -con matices de Asaja, más cercano al PP, pero que también critica el acuerdo- han criticado que el acuerdo no solventa nada más que la disposición de la Unión Europea a dejarle el camino abierto a los Estados Unidos, que esconden las ayudas agrarias que ellos denuncian de la UE en la Organización Mundial de Comercio. Para estas organizaciones, la reforma es un «auténtico galimatías», una «chapuza mayor» y un «atraco a los agricultores». El ministro Cañete se mostró sorprendido, porque según dijo ayer «iba con las propuestas acordadas con estas organizaciones y ahora protestan», pero los sindicalistas agrarios han negado que esto fuera así, porque dicen que la nueva PAC será la «muerte» del campo español.