Diario de León

OPINIÓN

El haz y el envés de la nación

Publicado por
JOSÉ CAVERO
León

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AL CABO de siete años largos al frente del gobierno, y cuando se aproxima el momento en el que propondrá un candidato a sucederle en la presidencia del PP y del Gobierno, Aznar ha llegado a su séptimo informe sobre el estado de la Nación, y novena intervención en esta clase de debates, precedido del debate de no-investidura del candidato socialista a presidente de la comunidad autónoma de Madrid, un severo inconveniente y traspiés que se ha anotado el primer partido de la oposición. En efecto, tal vez algún día se pueda probar y comprobar la tesis que mantiene el candidato socialista a la presidencia de Madrid, Rafael Simancas, de que la traición de dos diputados propios estuvo inducida por el PP y por los intereses inmobiliarios que se negaban a aceptar como relevo natural y como alternancia imprescindible la determinada por las urnas de mayo. Existía una primera duda y curiosidad, ante este Debate del estado de la Nación: en qué medida tendría presencia o «sobrevolaría» ese «caso de la asamblea de Madrid», o se mantendría el esquema determinado con anterioridad por el Gobierno, en su propósito de rendir cuentas sobre los compromisos adquiridos y los objetivos fijados -en crecimiento económico, creación de empleo, modernización de estructuras sociales y económicas, consolidación del sistema institucional, lucha contra el terrorismo, presencia exterior-, y de presentar las líneas de actuación durante el tiempo restante de esta Legislatura. Había, de antemano, la sospecha de que el «Caso Tamayo-Sáez» tendría muy viva presencia en el debate del Congreso, e incluso se anunciaba la formulación de una serie larga de propuestas tendentes a impulsar la regeneración de la vida pública, severamente vapuleada por el caso de los dos tránsfugas. Pero en el informe preliminar del presidente Aznar apenas hubo un par de referencias sucintas: Primera, que los españoles han votado con sentido de lo que estaba en juego, no sólo valorando estados de opinión. Segunda, que los dirigentes políticos no deben trasladar a las instituciones sus conflictos de partido. Por lo demás, mención sistemática de asuntos felizmente resueltos para Aznar, replicada a continuación por la mención más razonada de los asuntos en los que el Gobierno ha 'pinchado', según Rodríguez Zapatero. Dos visiones distintas, tal vez complementarias, y necesitadas en cada caso de muchos matices y de la frecuente aceptación de la visión del contrario...

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