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Los agentes aseguran que no lograron encontrar la bomba por el escaso margen de tiempo

La Policía señala a Santi Potros como cerebro de la masacre de Hipercor

El ex jefe de ETA y Simón provocan su expulsión en la primera sesión del juicio

El dirigente de ETA Santi Potros (izquierda) y Rafael Caride, durante la primera sesión del juicio

Publicado por
Melchor Sáiz-Pardo - madrid
León

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? El ex jefe de los «comandos ilegales» de ETA, Santiago Arrospide Sarasola, Santi Potros , fue el cerebro y la persona que facilitó al «comando Barcelona» los medios para cometer la masacre terrorista de Hipercor que el 19 de junio de 1987 costó la vida a 21 personas e hirió a otras 45. Así lo afirmaron ayer dos expertos del Cuerpo Nacional de Policía que testificaron en la primera jornada del juicio contra Santi Potros y el ex miembro del «comando Barcelona» Rafael Caride Simón, a los que la Audiencia Nacional acusa de ser, respectivamente, inductor y autor material del más sangriento atentado de la banda armada. El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, quiso afianzar las acusaciones contra Santi Potros con un testigo (un policía de San Sebastián) que participó en la desarticulación del «comando Parke» (roba coches) de ETA del que formaban parte Pedro Juan Odriozola y Eduardo Aguirre Mauleón. El agente confirmó este lunes que tanto Odriozola como Mauleón señalaron a Arrospide como el cabecilla etarra que les ordenó el robo de diversos vehículos (entre ellos el Ford Sierra de Hipercor) que luego serían utilizados en diferentes atentados, la mayoría de ellos en Cataluña. Arrospide y Caride se negaron a participar en el proceso y, al poco de iniciarse el juicio, provocaron su expulsión de la sala. «No voy a aceptar este juicio», advirtió Caride antes de remitirse al comunicado de ETA tras el atentado, en el que la banda terrorista culpó a las fuerzas de Seguridad y a los responsables del centro comercial de la tragedia, al no haber desalojado los grandes almacenes. Bomba oculta Ya sin los dos acusados, el juicio continuó con la declaración de cinco funcionarios del CNP. Fue el primero de los agentes quien confirmó a preguntas del fiscal jefe que la bomba se encontraba oculta y que en una primera búsqueda fue imposible encontrarla porque en el aparcamiento del centro no hallaron «ningún paquete sospechoso fuera de los automóviles». La defensa de los acusados, sin embargo, insistió en la tesis de que no se hizo nada por desalojar el edificio y que fueron tres las llamadas diferentes (al diario Avui , a la policía local y a Hipercor) alertando de la colocación del artefacto. El funcionario, que llegó al lugar de los hechos antes de que expirara el plazo de media hora dado por los terroristas, confirmó que las fuerzas de Seguridad y la dirección del centro descartaron ordenar la evacuación de las instalaciones, ya que se pensó que debía ser una falsa alarma al no encontrarse ningún indicio del artefacto.

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