Tamayo y Sáez ven peligrar su sueldo en la Asamblea de Madrid
Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez están cada vez más cerca de la condición de proscritos en la Asamblea de Madrid. Tras desoír el pasado 23 de junio la petición de PSOE e IU para que los dos «traidores» quedaran en una especie de limbo parlamentario como diputados no adscritos , el Partido Popular planteó ayer ante la Mesa de Presidencia la posibilidad de que no reciban la asignación económica ni gocen de los privilegios que, como únicos componentes del Grupo Mixto, les corresponderían. El empujón definitivo a esta propuesta lo darán los servicios jurídicos del Parlamento Regional. El portavoz adjunto del grupo, Juan José Güemes, aseguró ayer que su deseo es lograr la «asignación cero» y «privilegios cero» para los tránsfugas y anunció que han solicitado a los servicios jurídicos de la Cámara un informe que permita despejar dudas sobre si es posible dejar a Tamayo y Sáez fuera de los órganos de representación del Parlamento regional. En reglamentos en los que la figura del diputado no adscrito existe este tipo de cuestiones se deja a disposición de la Mesa, que es quien debe decidir sobre el procedimiento para la intervenciones de los diputados. Por otro lado, Alberto Ruiz-Gallardón asegura en una entrevista en el diario El Mundo que las noticias que tuvo de la crisis le llegaron de manos de su consejero de Trabajo, Luis Peral, «que dos días antes había comido con un diputado del Grupo Socialista». «Llegó a decir que se esperaban cualquier cosa e incluso alguna manifestación de protesta», añadió. José Manuel Franco Pardo, parlamentario socialista, aseguró que él es quien comió con Peral. En aquella conversación, dijo, transmitió al popular la «inquietud» que había en el PSOE por el nombramiento de los futuros consejeros del Gobierno de Madrid, «pero en ningún caso las supuestas intenciones de los dos diputados tránsfugas». Si las hubiera conocido, dijo, «se las habría transmitido al Grupo Parlamentario Socialista».