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La actual condena por vender este tipo de mercancía sólo es de tres días de prisión

Los «manteros» ganan 300 euros diarios vendiendo discos

La Policía Nacional afirma que el noventa por ciento de los implicados son inmigrantes

Publicado por
Tomás García Yebra - madrid
León

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Un mantero gana entre 240 y 300 euros diarios (40-50.000 pesetas) vendiendo discos piratas en las calles de Madrid, según informó el inspector jefe del Grupo VIII de la Brigada Provincial y Judicial madrileña, Manuel Alcaide. «Esta cifra puede alcanzar los 600 euros diarios (100.000 pesetas) en Navidad y rondarla durante la época estival», precisó Alcaide. Pero los llamados top manta no funcionan de manera aislada. Tan sólo son el último eslabón de unas redes mafiosas (en su mayoría formadas por inmigrantes ilegales) que venden más de 100.000 cedés al mes. «Una red de tamaño medio, formada por tres locales, cinco tostadoras (copiadoras de cedés) y siete duplicadoras puede embolsarse mensualmente 80.600 euros (unos 13,5 millones de pesetas)», afirmó este inspector de policía durante la presentación de un estudio encargado por la Sociedad Generales de Autores y Editores (SGAE) a la empresa Mega Investment y elaborado a partir de redadas policiales. En más de un 90% las redes se encuentran en manos de inmigrantes ilegales procedentes, en casi su totalidad, de China, Pakistán, Bangladesh, India, Marruecos, zona subsahariana y Latinoamérica. «Una red de tamaño medio emplea a ocho personas, generalmente mujeres, que trabajan más de 12 horas diarias, las dan de comer basura y las pagan unos 480 euros al mes», explicó el inspector, Damián Forment. Madrid, País Vasco, Barcelona, Sevilla y Levante son las zonas donde más delitos de piratería se registran. Aunque las incautaciones son numerosas, la Policía Nacional se ve desbordada por la capacidad de organización de estos delincuentes. Aunque se producen muchas incautaciones, la Policía Nacional se encuentra desbordada. A un mantero se le requisa el material y se le condena -como máximo- a tres días de prisión. Para Alcaide estas medidas no son disuasorias.